Capítulo 7 - Pesadillas de media noche.

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- ¿Por qué me haces esto, Arthur? - Pregunté con la voz cortada y en un sollozo. Mi cuerpo se encontraba sobre mi pequeña cama, agotado, cansado, agitado, abusado.

- ¿Hacer que, dulzura? - Arthur se colocaba los pantalones. Su miraba se enfocaba en sí mismo. Mi mirada llena de ira, rencor y dolor se enfocaba en el, deseando e imaginando su muerte.

- Hacer esto - Le dije con odio dando a entender que me explicara el porque de su constante abuso conmigo. Me consolaba y guardaba entre las sabanas desordenas de mi acolchonada cama. Lagrimas salían de mis ojos, humedeciendo mis mejillas y almohadas.

- Ya te dije que es porque te amo - Arthur se fue acercando más a mi anatomía. Me tomo entre sus brazos y empezó a volver a besar mi cuello para luego dejar varios besos en mis labios.

- Basta, por favor basta - Rogaba mientras me resistía a su toque y lloraba. Pensé que esto nunca acabaría, que nadie vendría a parar esta bestialidad. La puerta de mi cuarto se abrió mostrando a una fémina parada justo abajo del umbral de la puerta. Su rostro estaba totalmente sorprendido y aterrorizado. Mi madre estaba en shock al ver a Arthur encima de mí. Después de mucho tiempo por fin alguien descubrió al maldito de Arthur. - ¡Mamá! - Grite desesperada mientras corría para abrazarla, para que me consolara y que nos alejáramos de Arthur para siempre. - Arthur abuso de -

- Maldita zorra - Me soltó una fuerte cachetada en la mejilla.

- Audrey, amor - Dijo Arthur inocente - Tu pequeña mocosa se me insinuó y y-yo no le hice na-nada, ella es una perra - Arthur lloraba mientras se arrodillaba ante mi madre. Ella solo veía aquella escena, una hija pidiendo ayuda mientras que su abusador le mentía con facilidad. Maldito Arthur.

- No mamá, te juro que e-el abuso de m-mi - Sollozaba mientras acariciaba mi mejilla con dolor. No podía más con esto.

- Arthur, luego hablaremos tu y yo - Dijo furiosa. - Pero tu maldita perra, tu te me vas de la casa ¡¿Como pudiste hacerme esto a mi!? ¡Tu lo provocaste! ¡Tu y tus malditos coqueteos de zorra! ¿Crees que no lo había notado? ¡No vuelvas a hablarme en tu puta vida! ¡¿Entendiste Beth!? - Me soltó con odio. ¿Como pudo haberle creído a Arthur? ¿Como pudo estar tan ciega para no poder ver que la víctima era yo y no aquel monstruo?. Las lagrimas no dejaban de caer y mis fuerzas estaban por acabarse. - No se a donde, como o con quien te iras ¡Pero te vas hoy mismo de mi casa! -

- ¡Mamá el esta mintiendo! ¡Por favor mamá! - Rogué mientras cubría mi cuerpo desnudo con una sabana gruesa. - No puedes hacerme esto - Sollocé.

- ¡Largate ahora! Tomas tus cosas y te vas junto con tu vergüenza y pecado -

Desperté sudando y con la respiración y pulso muy agitado. De un solo salto me senté en mi acolchonada superficie, sosteniendo mi peso con mis manos. Esas malditas pesadillas no dejaban de atormentarme desde aquel día que volvía a ver a Audrey, mi madre. No quería volver a vivir esas sensaciones, solo quería seguir con la vida normal que tenía. Annie estaba a mi lado, dormida ya que yo no tenía ninguna otra habitación para que ella durmiera. Agradecí al cielo no haberla despertado ya que no le quería dar explicaciones. Caminé a mi baño y lave mi rostro para volver a mi cama y tratar de reconciliar el sueño, lo cual tampoco quería. No quería volver a dormir si tenia que volver a soñar eso. Estaba cansada emocionalmente. Arthur y mi madre apagaron la pequeña luz de felicidad que tenía hacia ellos.

***

- Buenos días Bee - Camila y Evan me saludaron con una sonrisa en su rostro mientras estaban sentados en una de las mesas del café de la calle 18 W 29th St en Nueva York. Nuestro cafe favorito se hacía ahí. Annie me acompañaba ya que no tenía otra opción. Ambas nos sentamos junto a ellos, yo quedé entre Evan y Camila, y Annie junto a mi mejor amiga.

In Love With Darkness//Book #1//Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora