Toda su expresión corporal cambia. A una postura más rígida y autoritaria. Sus mirada se vuelve gélida y sombría.

- Me gusta follar duro doctora Steele.

Me gusta follar duro doctora Steele.

Esas seis palabras repercutan en mi cabeza. Abro mis ojos enormemente. Si bien hablar de sexo es un tema que no me preocupa por mi profesión, el hecho que el hombre más sexy que he visto en toda mi vida, esté sentado en mi sillón y haga esa confesión me deja perpleja. Abro repetidas veces mi boca tratando de contestar a eso.

- Creo que hemos empezado de lleno en esto señor Grey – bajo mi mirada a mi libreta de anotaciones – Te parece que retomemos sobre tus gustos más adelante. Por ahora creo que  sería más apropiado saber más de ti. Adentrarnos en su vida – mi voz suena calmada. Hace una mueca de desagrado – Christian, se que hablar de tu vida personal no es un tema de tu agrado – frunce entrecejo – Flynn me ha comentado eso – su mirada es molesta – Tranquilo no me ha dicho nada y tampoco le he preguntado algo sobre ti. Quiero ganarme tu confianza – mira hacia el lado evitándome – No te juzgaré por nada. No soy un árbitro de la vida que dice que está bien o está mal. No. Estoy aquí para escucharte.

Nuestras miradas se juntan y veo esa hermosa sonricita surgir de sus labios.

- Sabe algo doctora Steele – lo miró atenta – No soy de confiar en las personas. En mi trabajo he aprendido en conocer a las personas. Y aunque me cueste creerlo confió en usted.

- Gracias Christian. Aprecio mucho que tenga esa percepción de mi. Y por favor no me llames doctora. Solo dime Ana – ambos nos miramos – Y bien. Cuéntame de ti, obviando la parte de su gusto por el – me cuesta decirlo – "Sexo duro".

El sonríe burlón.

- Creo que ya me conoce bastante... Anastasia – sus dedos rozan sus labios – Creo que podríamos saltarnos toda esa parte de saber de mí y pasar al sexo propiamente tal – lo miró sorprendida – Digo. Un tema sobre su especialidad, ¿No?

Enarca una ceja y una lasciva sonrisa aparece en su rostro. No se porque esta situación me hace sonrojar, siento mis mejillas arder fogosamente y no tengo la certeza si es por sus palabras o la manera de mirarme. Trato de recomponerme y dejar que lo que me está diciendo no me afecte.

¿A quien engañas Anastasia Steele?

- No es así Christian – nuevo mi cabeza soltando una leve risita – Si crees que nuestras sesiones se basarán únicamente en sexo, creo que deberíamos llegar hasta aquí.

Sueno tranquila.

El rostro de Christian cambia a una mueca de desagrado. Todo rastro del CEO más guapo de Seattle desaparece.

También puedo ser una perra Señor Grey.

- Lamentó mi comportamiento Anastasia. Sé que eres una gran profesional. Todo esto no volverá a repetirse.

- Necesitamos que te tomes esto en serio. Cómo tus sesiones con Flynn, se que no hay punto de comparación entre el y yo – río – Los años de experiencia tienen mucho que decir, pero aún así, me gustaría que me vieras como a él.

- Es imposible verla como a el Anastasia a– oh vaya. Todas las inseguridades vienen a mi. Esto no funcionará. Mi ánimo cae. Bajo mi mirada hasta la libreta de notas – Usted es más hermosa.

Rápidamente levanto mi vista y ahí están nuevamente esos ojos mirándome detenidamente.

¿Dijo hermosa? Oh mi dios. Christian Grey me encuentra hermosa.

Mi diosa interior comienza a levantarse de su largo descanso, donde la mantuve por mucho tiempo.

Siento las mejillas arder descontroladamente. Niego con mi cabeza.

No. Esto no puedo tomar otro rumbo.

- Gracias por la apreciación Christian – trató de sonar serena. Sin embargo es imposible – Entonces ¿Seguimos con esto?

- Absolutamente. Y vuelvo a lamentar mi cretino comportamiento. Créame que en ningún momento he querido hacerle sentir mal u ofenderla – dice arrepentido.

- Descuida Christian. En ningún momento me has hecho sentir así – se que sus palabras son sinceras. Es un hombre que está acostumbrado a que el mundo este a sus pies. Debo hacer caso a las palabras de John. Se paciente con el, Ana.

- Para serte sincero Anastasia, jamás pensé en estar aquí con una mujer cuya especialidad se trate de la vida sexual de personas completamente desconocidas. No me mal interpretes, no estoy juzgando su especialidad  – hace un gesto con su mano – No es por ti, por John o cualquier otra persona. Es por mi. Comprenderás que por mi situación este último tiempo no he tenido que rendir cuentas a alguien. Siempre ha sido mi vida y yo.

- Christian no estoy aquí para que me digas lo que estás haciendo con lujos y detalles en tu intimidad. Aún no se por qué John me ha pedido atenderte, pero es algo que quiero hacer. No por hacerle un favor al profe... – niego con la cabeza – a Flynn. Es por ti.

De pronto una tierna sonrisa de niño pequeño se vislumbra en su rostro.

Para ya Grey. Tú y tus sonrisitas me harán caer como estupida a tus pies.

- ¿Se preocupa por mi? 

- Es mi paciente señor Grey – sonrió burlona – Desde hoy usted no es cualquier persona para mí.

Anastasia no mezcles las cosas. Detente ahí mismo.

- Si me hago una herida en el dedo usted le daría un tierno beso para que sane.

Río. Ahí está nuevamente el señor coqueto.

- Siempre tengo un kit de emergencia en mi bolso. No creo que un beso sea la curación más efectiva.

- Si fuera uno suyo apostaría todo él te de china que si lo sería.

El silencio se apodera del lugar.

Si las miradas pudieran hablar apostaría que en este momento no serían precisamente palabras las que saldrían de nuestras bocas , sino acciones, acciones lujuriosas que están naciendo dentro de mi.




Me perdonan??

Las quiero montones.

Kss4U!!

Nachi

Doctora Steele Where stories live. Discover now