Capítulo 5 - Ojos de lobo

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Canción del capítulo: Fresh Blood de Eels:

"(...)

  The moon shines on the autumn sky
Growin' cold the leaves all die
I'm more alone than I've ever been
Help me out of the shape I'm in (...)"  

Hola! muy Feliz año para todos!


Al siguiente día, decidí tomarme las cosas con más calma. Le pedí a Jorge, el chofer de mi madre, que me lleve al centro de la ciudad a comprarme un nuevo celular con el mismo número. Luego fui a la casa de campo y pasé el resto de la mañana con Salomón. Al principio, ni bien me acerqué a su corral, parecía asustado, pero después comencé a hablarle y se calmó. Me quedé allí hasta el mediodía contándole todo lo que me había pasado pero Salomón no me dio ninguna solución. Solo relinchó una vez y bufó otras. A la tarde, llamé un taxi, fui a mi casa, me recosté en mi cama y encendí mi nuevo celular, busqué en mi historial de conversaciones de facebook el número de Vanesa y me quedé allí tratando de decidir si debería llamarla. Una llamada entró, como el celular era nuevo no tenía números agendados así que no sabía quién era. Apreté contestar.

—Hola, ¿Felicitas? Al fin atiendes. —dijo una voz femenina.

—¿Quién es? Este celular es nuevo así que perdí mi agenda— respondí.

—Soy Clara. Con razón, he intentado llamarte ayer y todo el día de hoy— Rió y continuó—: Hoy es mi cumpleaños, ¿no vas a venir? Vendrán todos, haré una fiesta.

—Mmm, feliz cumpleaños. No, no lo he olvidado. Planeaba pasar a visitarte. —mentí.

—Bien, estaré esperándote. —y colgó. Así como si nada. Sin un "como estás" ó un "qué es de tu vida". Qué buenas amigas que tengo, la verdad.

No tenía ganas de ir a su casa pero tenía ganas de hablar con Vanesa, decirle un par de cosas. Seguro que estaría allí. Bien, iré pero tengo que llevar un obsequio, es un cumpleaños después de todo. No tengo tiempo de ir a comprar uno, así que abrí mi ropero y comencé a revolver entre mis cosas nuevas. Encontré unos zapatos de charol Louis Vuitton, nope estos se quedan aquí. ¿Un vestido Gucci negro? Tomé el vestido, nope Gucci es mío. ¿Cartera Fendi marrón? Puaj! Una pequeña tarjeta colgaba del cierre. "Para mi querida hija, Felicitas. Con amor Ester." Mi madre tiene un gusto tan feo. Arranqué la tarjeta y la arrojé al suelo. Ésta cartera era la indicada y encima todavía tiene la etiqueta.

—¡Martu! —grité. 

A los minutos apareció Marta.

—¿Podrías envolver esto para regalo?—le dije y le entregué ese horror de cartera.

Marta tomó la cartera y desapareció. Seguí revolviendo entre mi ropa. Elegí un vestido celeste con unos tacos plateados y una cartera plateada. Me recogí un poco mi cabello dejando algunas mechas castañas cayendo sobre mi rostro. Tomé mi celular, me puse un poco de perfume y salí de mi habitación. En la mesa de la sala estaba esperándome la cartera, envuelta en una envoltura dorada, con dibujos de pequeños moños.

—¡Gracias Martu, vendré temprano!—grité y salí.

Afuera estaba Jorge, lavando el coche. Le pedí que me lleve a la casa de Clara.

En el camino comencé a explorar todos los posibles escenarios en mi conversación con Vanesa. ¿Haría un escándalo? ¿Reiría como lo hizo en su casa ayer, como una desquiciada, y me diría que estoy celosa de su novio? ¿y yo, que debería decirle? ¡Ya lo sé! "Vete a la mierda, Vanesa" No, no, tal vez: "eres la peor amiga del mundo" y entonces le arrojo algo. Sí, sí, eso haré. Entonces comencé a reír, no podía parar. Jorge me miraba por el espejo retrovisor con curiosidad.

Felicitas aprende a andar en motocicleta (Salvajes #2) #FantaAwards2017 #WGA2017Where stories live. Discover now