Esas palabras se le estaban clavando con tanta potencia y dolor, el veneno que le escupía en la cara el azabache solo hacían que su dolor aumentara, no entendía que estaba pasando, todo estaba bien ¿No? Entonces ¿Porque la persona que tanto amaba le decía esas palabras tan crudas y crueles?

¿Por qué Yuuri lo estaba rompiendo una vez más? ¿Que hizo mal?

Yuuri... ¿Por qué?... ¿Porque dices eso? Me... Me estas lastimando... Por favor deja de bromear... Duele.

Sus palabras, sus horribles palabras lo estaban destruyendo, lo estaban matando por dentro, no entendía el repentino cambio en su actitud, en su forma de ser, si hace tan solo unos minutos atrás se había sonrojado por un acto tan banal, y horas antes gemía su nombre con tanto amor y deseo, pasión y cariño. ¿Por qué Yuuri actuaba de esa forma? Su silencio solo hacía que su corazón se quebrara más y más, incrementando su dolor.

¿Yuuri? ¿Por qué no empiezas a reír por tu estúpida broma? ¿Cariño?

Su voz estaba rota su rostro era un poema, si no había llorado era cuestión de tiempo para ello.

Eres tan idiota Nikiforov, nunca entendiste que te utilice para llegar a donde quería, nunca comprendiste que todo fue falso, nunca sentí nada por ti, eres escoria, solo tenía que sobre pasarte, ahora no necesito nada más de ti, no eres nada.

Su rostro ahora su se encontraba lleno de lágrimas, lágrimas de dolor, impotencia y tristeza, simplemente no podía con eso.

†††

¡tor! ¡Viktor! ¡VIKTOR! ¡Cariño despierta!

El de cabellos plateados era violentamente despertado de lo que parecía una pesadilla, era despertado por un azabache afligido y nervioso.

Viktor, cariño despierta es solo una pesadilla, no tienes que temer, estoy aquí.

Sus palabras las decía con desesperación ante la nula reacción del contrario hasta que este se levanto de la cama exaltado, ubicándose y viendo al azabache que lo miraba mas aliviado, al verlo simplemente atino a abrazarlo muy fuertemente, empezando un suave llanto, mientas que el contrario simplemente lo abrazaba y acariciaba sus cabellos susurrándole palabras tiernas y llenas de amor hacia su esposó, aquello había pasado varias veces, y con la extrema confianza que se tenían le había contado sus pesadillas, ellos se conocían tanto, ya habían dado toda su confianza el uno al otro con cinco años de casados, si bien Yuuri solo gano tres medallas de oro y dos de bronce, ambos se retiraron completamente del patinaje artístico, un ahora Yuuri con el cabello algo más largo y Viktor, ahora vivían juntos en San Petersburgo. Rusia, después de la muerte de Makkachin, habían adoptado a un par de caniches sin embargo esos pequeños cachorros aun no suplantaban a él antes mencionado, era para que la casa no estuviera tan callada.

Tuve otra vez ese sueño, siempre es el mismo, y siempre es doloroso.

Dijo en medio del silencio formado por ambos en su habitación mientras que el azabache no dejaba de darle tiernas caricias a su esposo.

No tienes que pensar en ello, yo solamente te amo a ti, jamás te dejaría ni por el patinaje ni por nadie más, eres a la única persona que amo de esta manera.

Le dijo levantando su rostro para darle un beso en la frente para seguirle con otro en los labios.

No sabes cuánto te amo Yuuri, eres mi todo, y siempre lo serás cariño, gracias... Gracias por casarte con este idiota, por darme tu luz.

El de orbes chocolate solo sonrió tierno mientras un tierno sonrojo adornaba sus mejillas, las palabras de su esposo siempre lo hacia sonrojarse como la primera vez.

Yo debo darte las gracias por fijarte en alguien tan simple como yo, por amarme de esta manera, por darme la llave de tu corazón, por darme tu amor.

Sus palabras eran reales, el era real, amaba a su Yuuri, lo amaba de una manera sin igual, y sabia. Que el también, que nada ni nadie los separaría jamás.

Después de aquello, ambos se volvieron a acostar abrazados fuertemente, mientras sus cachorros se acomodaban sobre ellos, Viktor por su parte no paraba de darle besos a su amado, mientras este solamente se dejaba hacer entro los brazos del oji zarco

Si bien sabían que aquello no era el principio, pero tampoco el final, su amor era algo que no podía negar.

Si bien sabían que aquello no era el principio, pero tampoco el final, su amor era algo que no podía negar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Empty #PremiosKatsudon2017Where stories live. Discover now