Querido diario...
Han pasado tantos años, este libro está tan mugriento como yo.
Tengo 35 años.
No escribo porque sí, no te encontré entre la mierda del pasado. Te busqué para escribir aquí mi último mensaje.
No puedo más.
¿Qué me has hecho?
¿Por qué Guillermo está muerto desde que me desmayé?
Solo quería una respuesta. ¡UNA PUTA RESPUESTA!
Quería revivir los momentos del pasado, de cuando tenía ocho añitos...
Maldito el momento en el que decidí dejar las pastillas.
Lo hice por ti. Es tu culpa, ¿sabes?
¿Por qué mi tía dejó de llamarme desde que me fui de casa para vivir con Guille? Tomaba las pastillas, pero sé que fuiste tú.
Te odio.
No pienso dejar que me culpen de asesinato por tu culpa.
Adiós.
Querido Samuel...
Inocente como los pétalos de una rosa, pero doloroso como su tallo.
Tu cuerpo fue muy divertido. Es una pena que no pudiera usarlo por la intoxicación que provocaban esas pastillas en tu cuerpo. Me habría divertido mucho...
Es una pena que decidieras acabar con todo, ahora me echarán la bronca por romper las normas.
Pero fue divertido.
Nos vemos en el infierno, Samuel.
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Dear Diary
Short StorySamuel es un niño extremadamente inocente. Cuando su tia le regala un diario, empezará a contarnos su vida, y puede que reciba respuestas... Advertencia: Esta historia muestra un poco de contenido homosexual. No leas si no te gusta.
