Textos

¿Cómo?

¿Cómo olvidarlo? ¿cómo olvidar todo de un solo golpe? No lo sé. Enséñame tú, que olvidas en dos días. Supongo que será porque no era lo suficientemente importante para estar en tu memoria. Para que me recordaras. Y eso me duele. Pero cada vez menos. Y sé que lo conseguiré. Que lo estoy haciendo. Que te estoy olvidando, y que dentro de poco sólo serás un pequeño capítulo de un libro guardado bajo una capa de polvo en el baúl olvidado de los recuerdos. Ese baúl que sabes que está pero no exactamente dónde, y que no recuerdas muy bien qué es lo que hay dentro.
Debo darte las gracias, me has enseñado a ser fuerte, a no rendirme, a levantarme. Me has enseñado que no todo es lo que parece. Me has enseñado que si se quiere se puede, y me has enseñado que nunca debo decir "de este agua no beberé". Me has enseñado que mi instinto muchas veces puede fallar. Me has enseñado todo eso y más.
Me has enseñado que el tiempo y el espacio, al fin y al cabo pueden con todo, que no existen los finales felices, sólo los finales, a secas. Que la vida no es siempre como uno quiere, y que cuando menos te lo esperas, todo cambia.
Por eso, gracias. Gracias por enseñarme que no tengo que confiar en nadie rápido, a pesar de que me demuestre que se lo merece. Gracias por haberme hecho abrir los ojos. Me has enseñado que el mundo no es de color de rosa, que no todo el mundo es bueno y que la mayoría de las personas vienen para marcharse. Gracias, porque gracias a ti voy a ser mejor. Voy a sufrir menos. Gracias por recordarme cómo debo ser. La ilusión me había cegado, y me había olvidado que vivimos en un mundo en el que todos van contra todos. En el que estás solo. En el que no tienes a nadie. En el que si no comes te comen. Gracias de todo corazón. Gracias por ayudarme a convertirme de piedra.