La conversación con Dumbledore

Start from the beginning
                                    

- Por supuesto que no Regu...

- ¡Hey chicos! – Llamó la afable voz de Teddy Lupin desde el rellano de la escalera que conducía al vestíbulo – Ya iba a ir a su sala común para buscarlos, bueno a ti Regulus porque nuestra querida amiga últimamente parece preferir otro tipo de compañía.

Regulus miró a Rose directamente.

- ¿Lo ves? – Le preguntó – Te lo dije.

Ella entornó los ojos con fastidio.

- Los dos son un par de tarados – Contestó y terminaron de dirigirse hacia el gran comedor.

Ese día, Rose volvió a andar con sus amigos como siempre, pero en su mente tenía presente a Tom en todo momento. Por la tarde, tenía clases de Cuidado de Criaturas Mágicas con Hagrid quien era el único profesor que se empeñaba en que lo trataran con familiaridad y no con formalidad. Cuando Rose vio a Copo de Nieve corrió a abrazarlo como cada vez que lo veía.

- ¡Hola precioso! – Lo saludó la chica, el unicornio le respondió con una débil cabezada.

- Está feliz de verte como siempre – Le dijo Hagrid mientras ella acariciaba el suave pelaje de su mascota - ¡buenos tardes a todos! – Saludó al resto de la clase mientras Tom entornaba los ojos y se alejaba con cara de asco de un pequeño montículo de excrementos de unicornio – Como podrán ver, hoy estudiaremos a los unicornios.

- ¡Qué lindo! – Decían las chicas.

– Es una suerte que sea tuyo – Le comentó una de las compañeras de clase a Rose.

- Hagrid me lo regaló cuando cumplí dos años – Explicó la chica – Mamá y papá dicen que desde entonces lo adoré.

- Así es – Confirmó Hagrid – En ese entonces era sólo un potrito dorado.

- ¿Dorado? – Repitió uno de los chicos de Gryffindor.

- Yo he visto las fotos del cumpleaños de Rose que conserva mamá en casa y he notado que el unicornio en efecto era dorado ¿A qué se debe eso Hagrid? – Inquirió Regulus interesado.

- Pues los unicornios cuando son potros muy pequeños tienen ese color para que su madre los ubique con facilidad en la espesura del bosque pero paulatinamente se van tornando blancos conforme salen de su infancia, sin embargo su sangre conserva un color plateado toda la vida ¿Están tomando nota?

Todos se apresuraron a anotar en sus libretas de pergamino la información obtenida.

- He escuchado que los unicornios son muy hostiles con las personas de sexo masculino ¿Es eso cierto? – Inquirió una jovencita de Slytherin.

- Lo es – Respondió Hagrid al tiempo que los varones daban un paso atrás para alejarse lo más que podían del animal – Pero no se preocupen – Añadió riendo – Los unicornios cuando son potros no se muestran agresivos con ninguna persona sin importar su sexo, sin embargo, cuando crecen la historia cambia, pues consideran que las mujeres son mucho más tiernas y delicadas que los hombres, pero si se les crían en constante contacto con los varones (como este ejemplar) no tendrán ningún problema con ellos y de ninguna manera atacarían. Muchos expertos han investigado el porqué de esta hostilidad, sin embargo imagino que ustedes no lo saben ya que es un tema que apenas se está descubriendo recientemente.

- Mi padre es naturalista señor – Dijo Tom levantando su mano mientras todas las miradas caían sobre él.

- ¡Eh...! llámame Hagrid si quieres – Le dijo el profesor un poco incómodo por la presencia del chico – Y bien, ¿Tienes algo que decirnos al respecto?

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWhere stories live. Discover now