37. Señal

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Un año después...

Envié un último mensaje a Gina para que bajara de una vez, llegábamos realmente tarde. Me crucé de brazos impaciente, y suspiré al verla aparecer al fin por el portal de su nueva casa. No hacía mucho que Hector y ella se habían ido a vivir juntos, mucho más cerca de sus trabajos y el lugar perfecto para criar a la niña que venía en camino.

- Ten piedad de una embarazada... - Dijo nada más verme, mientras se acariciaba la barriga.

- Solo estás de dos meses..., no exageres. – Y me sacó la lengua a modo de burla. – Mi madre dice que nos espera allí.

Nos metimos en el coche y nos dirigimos al Legend, un bonito restaurante cerca de la costa el cual inauguraban hoy. Raúl, después de trabajar muy duro, había conseguido su objetivo. Después de lo ocurrido, hacía ya un año, conseguimos establecer una relación que no pasaba de una bonita amistad, y hoy era un día importante para apoyarle en todo momento.

La pequeña fiesta de apertura comenzaba en pocos minutos, e íbamos realmente retrasados así que pisé el acelerador y en menos de media hora conseguimos llegar. El lugar estaba repleto de gente y Raúl se encontraba en la entrada recibiendo a sus invitados.

- Como me alegro de que hayas venido, Lena. – Y nos dimos un cálido abrazo.

- El sitio es increíble enhorabuena... - Y era cierto, el local estaba ambientado en el mar, en tonos azules y blancos, decorado con motivos de peces y redes de pesca por todos lados. - ¿Dónde está Ana?

- Dentro, y está mucho más nerviosa que yo.

Ana era la ayudante de cocina del restaurante donde antes trabajaba Raúl, y ahora era su nueva pareja y copropietaria del local. Hacía tiempo que se conocían, y al parecer a ella siempre le había gustado Raúl, y después de varias citas él vio en ella algo especial y finalmente decidieron salir. Al principio yo no le caía muy bien, algo lógico, pero poco a poco Ana y yo nos conocimos mejor, y le hice saber que entre Raúl y yo no había nada más que un cariño fraternal y de esta manera ambas nos llevamos muy bien, uniéndose a mi círculo de amigas, junto con Gina.

Entre el cúmulo de gente pude distinguir a mi madre, la cual se había recuperado realmente rápido. Junto con la ayuda del Doctor Sánchez y el psicólogo, mi madre era una persona nueva. Había cogido algo de peso y estaba más que saludable, a pesar de su pasada operación. También se arreglaba más de lo normal y se sentía bien consigo misma, aunque todavía me falta descubrir si el Doctor Sánchez tiene algo que ver ya que últimamente solían quedar para, según ellos, hablar de su estado de salud. Todavía no han confirmado nada, pero saltaba a la vista que ambos se gustaban.

La fiesta pasó con normalidad, acompañé a Gina a las mesas con los múltiples aperitivos de degustación, debido a su embarazo comía el doble y cada vez que veía algo con nata iba directamente hacía allí, pues era su antojo diario.

Aún en medio de toda la gente, escuché perfectamente la notificación que llegó a mi teléfono, era un nuevo video. Llevaban toda la semana anunciando nuevo concepto, y hoy salía el tráiler. Fuera del tema personal, nunca los dejé de seguir. Los chicos volvieron tal y como dijeron, después de navidades con más fuerza que nunca y con canciones realmente espectaculares, gracias a eso consiguieron mucha más popularidad y poniéndose a la altura de otros grupos más conocidos. Salí a la calle para poder verlo mejor, y mi emoción por ver las nuevas imágenes apareció como muchas otras veces, sintiéndome orgullosa de ellos.

Al parecer, el país y el resto de seguidores ya aceptaban la relación de Leo y Ravi con normalidad, aunque siempre había personas que no estaban de acuerdo, por suerte esta parte era minoría y nunca le daban importancia. Después de su vuelta, ambos salieron en varias revistas y programas de televisión, se les veía claramente felices y yo me alegraba muchísimo por ellos.

Mi pequeña cómpliceWhere stories live. Discover now