Danna tiene diecinueve años y a su corta edad es una mujer independiente. Debido a sus estudios universitarios le toca migrar de provincia y arriesgarse a nuevas experiencias que le da la vida. Una de ellas es Jean; quien conoce hace ya un año en la misma casa arrendataria. Algo que sabe es que él es adicción en todo sentido.
No entiende por qué él, a pesar de su atlética figura y ojos matadores, decidió convertirse en sacerdote. Siente que está a punto de perderlo... para siempre. Y no es por un viaje al exterior o una mujer, sino una entrega incondicional al Señor.
Su amor por Jean la lleva a convertirse en la serpiente que está dispuesta a seducirlo para que cometa pecado. Y no, no es una chica mala. Solo toma su último recurso para atraparlo. Una simple idea que hace bajar la guardia al hombre que considera un muro difícil de atravesar.
Todo inicia con un robo fingido, cámaras de vigilancias y una petición de vulnerabilidad que Jean no podrá rechazar. Después de todo, él es un "buen samaritano".
¿Te atreverías a dejar que alguien te observe las 24 horas?
CITEȘTI
Mientras tú me miras ©
Ficțiune adolescenți¡Oh, Dios bendito! (Justo aquí es donde me persigno) Creo que voy a cometer pecado. Uno del nivel 10 si es que existen dichos niveles, porque Jean puede provocar adicción. Y no, no es un chico malo. Él es bueno en todo sentido. Y claro, siempre hay...
