¿Ella? Ella Es Perfecta | Editando

Capitulo 19 Je t'aime

Otro nuevo día, y esta vez decidí no levantarme en seguida.
Me encontraba acostada con una sonrisa en mi rostro, ¿cómo no hacerlo? Ella es mi único pensamiento.

Esto parece tan hermoso que parece ser una fantasía, una fantasía que deseé por mucho tiempo y por fín todo esto está pasando...

Me levanté de la cama y mientras caminaba hacía la sala textiaba a mi madre diciendole lo bien que estaba.

Realmente ya no soporto tanto tiempo sin estar con ella, okay... no ha pasado la eternindad, pero lo siento así.

Mientras comía el desayuno que hizo Haizel para mí, trataba de pensar como lograr convencer a Jacob de que me lleve a verla.

Después de tomar mi desayuno, fuí directamente a la habitación de Jacob, en lo que me asomo por la puerta, me llega una llamada de whatsapp de parte de mi madre.

–Hola mamá!

–Hola, Alana, ¿cómo la estás pasando?

Continuamos hablando, le conté como ha estado todo por acá y esas cosas, luego hablé un rato con Oliver y luego solo cerré.

Me asomo a la puerta de Jacob, y toco la puerta aunque estubiera abierta.
Noto que se está alistando como si fuese a salir.

–Hola...

–Ah, hola– dice el.

–Eh... ¿vas a salir?– pregunté

–Sip!– responde.

–¿Saldrás ya, ya, ya?

–Sip.

–Porf...– me interrumpe

–Si, alistate, sé que quieres verla–rodó los ojos.

–En serio? Ya voy!– corrí alegremente

Realmente... fue más facil de lo que pensé.

Me vestí y fuimos a tomar un taxí para ir hacia el lugar dónde Kate y yo organizamos unas horas antes.

Al llegar no estaba Kate aún y realmente noto a Jacob un poco asarado...

–Por favor, espera un poco más– dije tratanto de controlarlo

–Claro que debo hacerlo, no puedo dejarte barada en el centro de París– respondió haciendo una mueca incomoda.

Rapidamente dejé de hablarle ya que claramante está molesto...
Cada taxí que pasaba en frente de nosotros, trataba de ver fijamente y ningún rastro de ella...

–¿Por qué no estramos?– no sé por que le hablé de nuevo.

–No! Ella debe verte acá y a demás yo me voy a penas llega...– dijo el.

Luego de estos momentos incomodos, noté que la chica de mi sueño se acercaba más a nosotros con una hermosa sonrisa.

¿cómo no enamorarme de ella?

Al finalmente estar cara a cara, nos dimos un enorme abrazo...

–Ya debo irme– dijo Jacob, alejandose de nosotros.

–Qué le pasa?– preguntó.

–Está asarado, tenía que ir a no se dónde...– respondí.

Luego de la charla frente del local, entramos finalemente a la heladería.

Estabamos ambas sentadas, platicando de distintas cosas y realmente me sentía hechizada por esos ojos verdes que me encantan, esos ojos, que me vuelven loca.