Capítulo III: El beso de un angel

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Yixing se aferraba fuertemente a su almohada mientras lloraba en silencio rodeado de total oscuridad.

Sus sollozos y el leve ruido de la llovizna al caer, eran lo único que el chino podía oír en tan calmada noche.

Había tenido una pesadilla y debido a eso, no pudo lograr dormir de nuevo.

Hundido en las penumbras de su cuarto, Yixing recordaba conmocionado, confundido y triste, partes del reciente horrible sueño.

Tenía ganas de abrazar a alguien, acurrucarse en algún pecho y desahogarse hasta quedar vacío de dolor y frustración.

Pero estaba solo, lejos de su mamá y su abuelita, lejos de sus amigos y sobre todo, lejos de sus compañeros. Porque, a pesar de estar ellos bajo el mismo techo que él, Yixing se sentía solo. Él no tenía un Baekhyun como Chanyeol, él no tenía un Do como Jongin, él no tenía un Jondae como Minseok y sobre todo, él no tenía un Sehun como Junmyeon.

Yixing estaba solo y siempre fue y sería así.

"¿Por qué Yi Fan? ¿Por qué LuHan? ¿Por qué Tao? ¿Por qué me dejaron tan solo?"

Los segundos y minutos, volaron en plena oscuridad convirtiéndose en horas. Yixing tenía mucho sueño. Se había agotado de tanto llorar y pensar. Pero tenía miedo, no quería soñar de nuevo, no quería seguir sufriendo.

-Debo detenerme.-se dijo en un murmullo soltando un último suspiro.

Tomó su celular de la mesita de noche y entre cerrando los ojos por la tenue luz, verificó la hora; eran las cuatro en punto de la mañana.

Largando un bufido con cansancio, Yixing se puso de pie y salió de su cuarto. Tenía que distraerse si quería olvidar ese sueño y volver a dormir tranquilo.

Alumbrando su camino con el flash del celular, Yixing bajó a la sala y encendió la luz para dirigirse a la cocina.

Se prepararía una cocoa dulce y caliente. Eso quizás, calmaría sus penas y miedos.

Pocos minutos después, el olor a chocolate inundó la vacía y silenciosa casa.

Yixing le sonrió a su taza y felizmente, se dirigió al sofá en frente de una muy buena imitación de chimenea.

Mientras sorbía de a poco el chocolate y rozaba el dulzor sabor de los malvaviscos, su mente entró en una especie de transe. Mil pensamientos se le cruzaban por la cabeza en ese instante.

Pero un ruido lo distrajo y una voz tierna y suave llamó su atención como una dulce melodía.

-¿Hyung?-preguntó Sehun al pie de las escaleras.-¿Que haces solo a esta hora?

Aquellas insignificantes palabras, fueron lo suficiente como para que el corazón de Yixing comenzara a latir con violencia.

Pero así era, cualquier cosa que Sehun le dijera, sea un simple "buenos días" o un "hola", bastaban para que en los labios de Yixing se dibujara una boba sonrisa.

-Hola bebe.-saludó Yixing tranquilamente.- Desperté de un sueño y no pude volver a dormir.-confesó.-

Sehun lo miró entre dormido y caminó arrastrando los pies hacia el sofá para sentarse junto a su gege.

Yixing lo vio detenidamente y de pronto, se sintió afortunado. Muy pocas personas en el mundo tenían la oportunidad de ver a Sehun completamente dormido, despeinado y sin camisa.

-¿Y tú, qué haces aquí?-preguntó.

-Junmyeon-hyung no para de roncar.-se quejó el menor-Además, sentí un aroma dulce y... no pude evitarlo.-y clavó su mirada en la taza.-Se ve delicioso.-rió.

SolistaWhere stories live. Discover now