Capítulo 17: En casa, debemos mantenerlo en secreto

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[DÍA 11]

Narra ___:

Nunca pensé despertar en la mañana con un chico totalmente dormido a mi lado, aferrado a mi cintura y con algo de mi cabello esparramado en su cuerpo. Retiré sus manos con cuidado de mi cuerpo y dejé una almohada en su lugar.

La mañana en esta habitación es hermosa, la luz colándose en la habitación es de un tenue color lila que me pegaba justo en la cara. Al sentarme en la cama, me di cuenta que había el suficiente espacio para dormir sin estar pegados, pero ambos terminamos en esa posición que personalmente, me gusta más que poner cinco mil almohadas entre nosotros como si el otro fuera un animal salvaje que te matará en la noche.

Luego de estirarme, sentí a Helen moverse.

Y me golpeó con la almohada.

—Regresa a la cama, esta almohada se hunde —Dijo con voz adormilada, me sonrojé a más no poder y me volteé para ver más de la mitad de su cara en su almohada, alzó su brazo palpando el colchón hasta que dio con mi pierna y la jaló hacia él, haciendo que casi me cayera de la cama. Al sentir su mano caliente en mi muslo me hizo dar un salto y cosquillas al mismo tiempo.

Mi cara terminó en su abdomen, así que me impulsé hacia arriba para salir de la cama, pero apenas quedé a la cabeza de él, me aprisionó con sus brazos y me aplastó con su cuerpo poniéndose encima de mí. Pesaba demasiado.

—Helen...Me estás aplastando —Me quejé. Pero lo que más me preocupaba era que mi corazón estaba a mil, y no quería que lo notara. —Helen, levántate —Logré sacar mis brazos milagrosamente pero el resto de mi cuerpo estaba atrapado por el suyo. —Helen, en serio...tenemos que levantarnos, ya es de día...

—No, no es día. Cállate y duérmete... —rodé los ojos, su cabeza que estaba en el hueco de mi cuello comenzó a descender hacia mi pecho, y literalmente usa mis pechos como almohada.

—Helen, ya —Comencé a removerme, pero él me retuvo abrazándome más fuerte y gruñó.

—Tengo diez malditos días sin dormir, déjame —Su cabeza ya estaba en mi abdomen, no podía ver su cara ya que la tenía metida ahí.

—Pues duerme, pero déjame salir... —Me interrumpe con otro gruñido.

—No, duermo mejor así. Ahora cállate y sigue durmiendo —rodé los ojos y me tocó resignarme a la idea. Suspiré y recosté mi cabeza de la almohada, viendo el techo color lila, mis manos terminaron en el cabello de Helen y comencé a juguetear con sus mechones y acariciarlo. Mi corazón se había calmado para mi suerte y el sueño comenzó a vencerme. Terminé durmiendo de nuevo con Helen encima.

Siento que el cuerpo de Helen se quita del mío, acostándose a un lado, despierto abriendo lentamente mis ojos y me encuentro a Helen mirándome que inmediatamente desvía sus ojos de mi rostro y carraspea.

Dibújame [Bloody Painter y Tú] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora