aunque tenga que encerrarte

no te vallas

Sasuke abrió los ojos con los primeros rayos del sol, su primera acción fue revisar que Naruto estuviera bien, aquello lo hacía prácticamente todas las mañanas desde que el rubio había cumplido los nueve meses de embarazo, pues en cualquier momento podría entrar en labor de parto, verificó que el rubio estaba bien y durmiendo tranquilo, Naruto babeaba y estaba cubierto hasta el cuello con la sabana, debajo de esta el rubio estaba desnudo, Sasuke sonrió, todas las noches tenían relaciones sexuales y eso tenía a Sasuke de muy buen humor, se levantó a hacer su rutina diaria, tomó una ducha, se puso un traje y fue a su despacho

- buenos días Sasuke – le saludó Karin quien ya estaba sentada en un sofá del despacho tecleando en una laptop

- buenos días – saludó Sasuke mientras se sentaba en el escritorio, miró a Suigetsu quien estaba acostado en el otro sofá descansando

- buenos días jefe Uchiha  – saludó un miembro del equipo táctico mientras el y el resto entraban en el despacho

- ¿Cuándo volvieron? – preguntó Suigetsu al verlos entrar

- ayer durante la madrugada – respondió Konan, miembro femenino del equipo táctico

El equipo táctico se puso en fila india frente al escritorio de Sasuke e hicieron una reverencia

- la misión ha sido llevada a cabo exitosamente y sin complicaciones – empezaron a informar, Sasuke les veía desde su escritorio – destruimos todos los videos y audios restantes del día del atentado en la casa blanca, además también hicimos volar varias instalaciones del fbi y el servicio secreto, aunque la información aún no se ha revelado al público el gobierno tiene conocimiento de que nosotros, los akatsuki, somos los responsables y a través de un comunicado en clave que ha aparecido desde anteayer en los noticieros nos piden que paremos el fuego

- ¿nos piden? – preguntó Sasuke con una sonrisa sádica – ellos no tienen derecho de pedirme nada

- nos ofrecieron un trato – dijo esta vez Karin – si bajamos las armas ellos no intervendrán en nuestros asuntos, además de eso nos defenderán frente a la ley, se harán los ciegos – Sasuke sonrió

- acepten – dijo Sasuke – pero déjenles clara una advertencia… cualquier falta que cometan al trato, por mínima que sea... – Sasuke puso una mirada sombría que aterró a los presentes – los desapareceré del mapa…

- entendido – dijeron los miembros del equipo táctico

- es normal que se rindieran sin dar pelea – dijo Suigetsu, mientras se sentaba en el sillón – ellos estaban quedando muy mal, primero matan a su presidente y ahora destruyen a las que se supone son sus más fuertes organizaciones

- ya está – dijo Zetsu miembro del equipo táctico, el más extravagante – nuestro equipo interceptara la señal televisiva y enviara la respuesta

Después de que Zetsu terminara de hablar todos se sumieron en absoluto silencio durante casi dos horas, cada uno enfocado en su trabajo, Sasuke revisaba informes, informes del programa nuclear que el mismo había montado, el laboratorio lo puso lejos, en Australia, estaba creando armas de destrucción masiva, ya tenía un aterrador armamento, sabía que sería suficiente para hacer explotar estados unidos o por lo menos hacer que el territorio fuera totalmente radioactivo, sonrió para sus adentros, satisfecho, a su corta edad, ya era el hombre más rico y poderoso del mundo, miró como el equipo táctico salía del despacho en silencio, Sasuke estaba satisfecho con el trabajo que sus mejores soldados habían hecho, pero no les iba a felicitar, ya que tuvieron que hacer eso a causa de un fallo, un fallo que Sasuke Uchiha nunca permitía…

Naruto caminaba por los pasillos de la mansión, se dirigía al despacho principal para avisarle a Sasuke que el desayuno estaba listo, andaba a paso lento acariciando su barriga, le dolía la espalda, el peso extra de su bebe le estaba pasando factura además de que esa mañana tuvo que ponerse aquellas toallas higiénicas para los pechos, pues habían estado goteando mucha leche, en todo el embarazo sus pechos no le habían dado problemas y ahora le estaban molestando.