Dolor.

Puedo Estar Con Mamá.

-Hola mamá, ¿Cómo estás?-Ustedes dirán "Ella no te responderá" Si, no me responde con su voz, pero me responde con el viento.

El viento es su aliado, su mensajero. El es el único contacto que tengo con ella, es nuestro único medio para comunicarnos.

El viento movió mi cabello, eso se podría decir que era un bien.

-Te extraño, no alcance a conocerte mucho. Pero aún así te extraño-Unas lágrimas se quedaron en mis ojos y no me dejaban ver bien, un nudo en mi garganta no dejaba que las palabras pasen y salgan a la luz.

Cerré los ojos y toda las lágrimas que tenia salieron empapando toda mi cara, una lágrima cayó en la tierra donde estaba la tumba de Mamá.

No creo que ocurra algún milagro como pasa en las películas, tampoco lo espero.

Después de tanto tiempo que pase ahí, me levanté dispuesta a irme de aquí. Camine hasta la salida, iba con la cabeza agacha y no veía lo que estaba en frente mío, por esa razón choque con alguien, el golpe hizo que yo me cayera al suelo.

-Perdón-Otra vez esa voz, por que  siempre la siento. Levanté la cabeza y era el, otra vez.

-¿Por qué otra vez no encontramos?-Me estaba aburriendo de ver su cara en todas partes.

-Por que vengo a ver a mi madre-Con lo que dijo quedé con la boca abierta. No podía ser, el famoso chico ¿Perdió a su mamá?

-Ah, me voy. Adiós-Me levanté y me sacudí la tierra que podría tener mi ropa y me fui de ese lugar.

Llegué a casa. Abrí la puerta y vi que todas las cosas están tiradas en el suelo, esparcidas por toda la casa. Entre mirando hacia todos los lados, no había nadie.

En la segunda planta se escuchaban cosas caer, vidrios romperse.

Debe ser papá, hoy es el día en el que murió mamá, hoy se cumplen 15 años desde su muerte.

Y hoy yo cumplo años, mamá murió en un accidente de tráfico, se venía a casa para dejarme un regalo. Pero chocó por distraída.

Decidí quedarme donde estaba, no quería sufrir yo también. Tenía cuchillos en la cocina, fui y busque uno con mucho filo.

Me fui a donde me escondía de pequeña y me senté cruzada de piernas. Me subí la manga y puse el filo en el medio de mi brazo, en forma que me quedé el corte a lo largo de todo este.

Apreté el filo contra en brazo y lágrimas salían de mis ojos, fui pasando hasta llegar a mi antebrazo. La sangre caía por todo el alrededor, por fin podré estar con mi madre. Ese líquido color carmesí caía parando en la tierra, pasaba por todo mi brazo cayendo gota por gota. Ya nada me importaba, sólo morir.

Pasaban las horas y ya casi ni me quedaba fuerza, perdí mucha sangre, estaba mareada y mis ojos se cerraban lentamente.

Este sentimiento de estar muriendo se siente bien, toda mi alma se liberaba. Me sentía genial.

Con la poca fuerza que me quedaba pude ver como papá llegaba y me veía tirada en el suelo mientras me desangraba. Se tiró a mi lado tratando de que me mantuviera con el, pero ya era tarde, yo ya estaba en mis últimas.

-No te vayas, quédate conmigo. No me dejes como tu madre-Me movía pero ya no sirve. Luego de el apareció Brad al lado de papá, no pude escuchar lo que dijo. Mi vista se nublo por completo, todo se volvió negro y no vi ni escuche nada más.

Por fin podría estar con mamá, mi sueño se cumplirá por fin. El día de su muerte y mi cumpleaños era el momento.

-Adios-Sólo eso pude soltar antes de fallecer. Antes de irme para siempre y jamás volver al mundo de los inmortales. Esa fue mi última palabra.

Los cortes y la muerte nunca son la solución,
 quizás sea lo mas rápido para poder liberarse de todo el sufrimiento.
El dolor se va, pero las marcas no.
Es imposible que ellas se vayan.
Esto nunca se acaba, recién esta comenzando