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Me desperté con el imparable sonido del despertador en mi mesita de luz. Lo tomo y lo estrelló contra la pared, creo que ese es el número 28473729202 que rompo en este mes. Ni modo igual tengo la alta guita. (Me gusta la guita, me gusta la guita🎶 like si lo leíste cantando. Okno)

Me vestí con lo primero que encontré en mi armario, que seguro me queda divino porque toda mi ropa es de marca, aunque soy re pobre. Entré al baño, me duché en 5 minutos porque yo me ducho como diez veces al día, me lavé los dientes y la cara y me miré al espejo lamentándome por ser tan fea, igual soy Barbara Palvin pero para mí soy fea y mi pelo es un desastre.

Bajé a tomar mi desayuno de café con tostadas con nutella y saludé a mi hermano mayor Sean O'Donnell. Obviamente no pregunté por mis papás porque seguro estaban de viaje de negocios como siempre. Abrí la puerta de mi casa para empezar mi nuevo año en el instituto y me encontré a un chico súper guapo que tenía un cuerpo que te derretía con solo mirarlo.

-Hola, soy Cameron Dallas y soy tu niñero mientras tus padres no están. Me dijeron que serían como tres años, espero que no te incomode cuando esté paseando por la casa con solo mis bóxers -Me dijo sonriendo.

-Ah no hay problema. Suelen cuidarme chicos súper sexis, estoy acostumbrada -Le dije restándole importancia.

Saludé a mi perro con nombre de algún personaje de frutillitas que por cierto nunca le damos de comer ni lo sacamos a pasear ni juntamos sus popós porque es un puto perro superhéroe y puede hacer todo solo.

¿Cliché? Obviously Where stories live. Discover now