Marinette es una joven hermosa que cree en el amor verdadero y la magia, pero su padre, el señor Tom Dupaing dice que solo son tonterias, durante la vispera de Navidad, el juguetero del pueblo donde ella vive le regala un cascanueces diciendole que...
Hace mucho tiempo, en una casa dentro de la gran ciudad de Paris vivia una joven de 16 años de cabello azabache, ojos azul celeste, piel blanca que la resaltaba mas su belleza, su nombre, Marinette Dupaing-Cheng.
A los 3 años su madre fallecio y se quedo solamente con su padre, un panadero muy conocido de Paris, pero siempre tuvo a su hija en un estricto reglamento de educacion y de etiqueta.
Incluso cada vez que su hija soñaba despierta a él le molestaba mucho y le decia que los sueños no son reales, pero alguien la impulsaba a seguir adelante y soñar, asi es, era el juguetero del pueblo.
Pero lo que mas deseaba la joven azabache era encontrar el amor, pero no solo uno pasajero o fisico, sino un amor puro y verdadero.
Lo que no sabia nuestra querida Marinette es que su amor seria un apuesto joven que antes era un... ups, me estoy adelantando un poco, bueno, les contare la historia desde su inicio.
Todo empezo en la vispera de Navidad, Marinette salio a felicitar a su mejor amigo una feliz Navidad, el señor Fu el juguetero...
-¡FELIZ NAVIDAD SEÑOR FU!-Saludo alegremente a un señor de baja estatura y con rasgos asiaticos.
-Feliz Navidad Marinette.-
-Esta Navidad sera especial para usted.-
-¿Por que?-
-Porque le tengo un regalo.- Detras de su espalda revela una caja pequeña roja con un liston dorado que hacia juego.
-No debiste molestarte.-
-Por favor haceptelo, lo hice yo misma y se lo doy con mucho cariño.-
-Gracias pequeña, ¿Me permitiria abrirlo?-
-Adelante.- Como si se fuera a romper con tan solo un movimiento el mayor abrio su regalo con delicadeza.
Dentro de la cajita estaba una escultura hecha de madera de una tortuga pintado de color verde.
-Me encanta tu regalo Marinette, lo apreciare mucho.-
-Me alegra que le gustara.-
-Esto me recuerda que yo tambien tengo algo para ti.-
-¿En serio?-
-Si pequeña, como ve tengo un monton de juguetes, de todos ellos puedes escojer el que mas te guste.-
-¿De verdad? Me apena mucho.-
-Insisto, todos fueron hechos por mi mano, asi que el que eligas no importa.-
-Gracias señor Fu.- Y asi empezo a observar los juguetes que estaban a la vista.
Pero ninguno le llamaba la atencion, fue hasta que poso su vista sobre estaban los Cascanueces, todos eran iguales exepto uno. Su traje era negro con detalles amarillos y en su morron tenia pintado una pata de gato color verde, sus ojos parecian los de un gato y su cabello era de tonos grices.
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