Chicas Rosas

31-Kate Miller

Con lo emotivo de los primeros párrafos casi lloro...además estaba escuchando Give me love.

Capítulo 31-Kate Miller

Ya entendía a lo que se refería Hope cuando me había dicho que estaba con mi mirada melancólica.

Antes no me había dado cuenta, vaya a saber Dios por qué. Pero en ese momento, viendo a todo el mundo sentado en los bancos, a mi hermana en el altar con su hermoso vestido blanco con esa panza que pronto ya no estaría, y el amor con el que John la miraba. Y, bueno, Chase que tenía cara de "Tengo un nudo en la garganta, pero no voy a llorar porque soy hombre". Ahí lo entendí.

Entonces ahí en mi mente solo había fotografías de mi último año, de todo lo bueno. De las chicas, de Mike, de Chase, de Hope inclusive John, aunque odiara admitirlo. Y de repente me entraron ganas de llorar. Y lloré.

Porque había decidido que llorar hacia bien. Y que no solo había que llorar por tristeza. Había que llorar por todo y por nada. Era tanto un acto de limpieza como de liberación. Y no quería privarme de eso.

Y con el ramo de mi hermana en una mano, simulando que escuchaba las palabras del cura, me limpie mis mejillas. Y cuando levanté la vista, descubrí a Chase mirándome. Me acordé del beso y sonreí. El hizo lo mismo. Y juro que quería hacer algo para que el chico llorara de una vez. Porque no era justo que yo estuviera ahí tal Magdalena, y el estuviera perfecto.

Pero entonces, las palabras del cura me hicieron volver a la realidad. Y era el momento en el que nadie debía entrar diciendo que se oponía, porque ni un maldito beso de Chase me iba a calmar esa vez.

-Sí, acepto-Dijo John. Y fue como si todo se hubiera parado por un instante. Y les juro que pensé "Si algún día me caso, cuando me pregunten si acepto, voy a tardar mil años para que todos piensen que voy a decir que no, y que están en una película o algo así. Y entonces luego yo me puedo reír en sus caras".

-Hope Miller, ¿Aceptas a John Rowling para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?-Dijo el cura. Miré a Hope. Tenía una sonrisa que si no se les dislocaba la mandíbula, era porque tenía un Dios aparte.

-Sí, acepto-Dijo por fin. Y entonces, los recién casados se besaron sin siquiera esperar que el cura los hiciera oficialmente marido y mujer, lo que me hizo reír. Y llorar.

Entonces le di el ramo a mi hermana, y los dos caminaron por la alfombra lila, y cuando llegaron al final, les tiramos arroz. Cosa que no entendía. El arroz era comida, no para tirarles a los novios. Y mi hermana entonces se puso de espaldas, cuando logró separarse de su ahora marido y todas las idiotas desesperadas se pusieron a unos paso de distancia para ver si conseguían atrapar el ramo. Y sin tomar mucho impulso, ya que tenía un bebe en su panza, lo tiro para atrás.

Y podía ver en cámara lenta como las locas de las amigas de mi hermana movían los brazos de un lado al otro, como si eso hiciera que el ramo vaya para sus manos. Señoras, si son idiotas, un ramo no las va a salvar de estar solas para toda la vida.

Y yo miraba la escena divertida, con los brazos cruzados. Cuando el ramo cayó sobre una rubia, y todas las demás tal jugadoras de futbol americano, se tiraron sobre ella. Hope veía todo entre horrorizada y divertida.

-Están locas-Me dijo Chase luego de ponerse a mi lado. Yo lo miré.

-¿Dónde estabas?-Le pregunté luego de notar sus ojos rojos. Dudaba que se estuviera drogando. Lo que no dudaba era que usara eso como excusa antes de decir que había estado llorando.