TE JURO QUE VOLVERÉ A VERTE (Gemeliers)

CAPÍTULO 1

*Narra Jesus*

15 AÑOS
-Vamos a hacer una carrera de quads.- me reta mi hermano.- Quien pierda paga la pizza.

-¿Sabes que te tocará a ti, no?- me enfrento.

Los dos nos ponemos los cascos a la vez y cuando gritamos 3 salimos desde una línea que hay marcada en el suelo.

Risas, risas y más risas.

Yo voy primero y noto como Dani se ha quedado detrás mía.

Miro hacia atrás y me hace un gesto con preocupación para que vaya hasta donde está el.

-¡Jesús mira para adelante!- grita mi gemelo sin yo darme cuenta que le estoy dando al botón.

Me giro e intentó darle la vuelta al quad porque se va a estampar contra un árbol, pero mi intento es inútil.

-¡Dani no pue...

Gritos, gritos y más gritos.

(...)

Abro mis ojos costosamente, como si tuviese un kilo encima de mis pestañas.

Cuando consigo hacerlo, veo a mis padres y mi hermano con lágrimas sobre sus rostros. Luego miro mi brazo izquierdo y lo tengo envuelvo en una escayola y vendas.

-¡Jesús!- dice Dani sorprendido.

-¿Qué me ha pasado?

*Narra Dani*

17 AÑOS
-Jesús ¿otra vez ha estado aquí una chica?- pregunto mientas voy hacia el salón.

-Sí, hoy he estado con Belén.- dice sin darle importancia.

Luego hasta la posición de mi hermano y le muestro el sujetador que tengo en las manos y empieza a reírse.

-De todas tus novias y líos la que más me gustó fue Cristina.

-¡No consigo recordar quién es!- grita frustrado.- Por más y más vueltas que le doy no puedo.

Me quedo pensando unos minutos lo raro que fue cuando Jesús despertó en aquella sala del hospital y parecía tan normal. Pero hubo un problema.

-Te querías olvidar tanto de ella que al final lo has conseguido.- digo y tiro el sujetador al sofá.

*FLASHBACK 13 AÑOS*

-Jesús levanta ya que tenemos que ir a despedirnos de Cris y vosotros tenéis que arreglar las cosas.- regaño a mi hermano echándole las mantas de la cama hacia atrás.

-Y yo ya te dije que no quiero verla nunca más en toda mi vida.- grita.

Cojo un conjunto de su armario e intentó tirar de él.

-¡Que me dejes!- dice enfadado.

Sigo tirando de él hasta que lo suelto de las sábanas y lo quedo en el suelo. Le quito el pijama y lo visto.