Mi canción del corazón {Utapri}

Aquel sentimiento llamado... Amor

-No, no puedo imaginarme que le ocurrió...-respondí vagamente

¿Había salido? No una mejor pregunta, ¿Durmió aunque sea un poco?
No podía imaginarme el motivo del porque ella había salido a primera hora de la mañana sin siquiera avisarnos, eso era algo que ella no haría...
Cuando el reloj marco las dos en punto de la tarde, los chicos ya se encontraban al borde de un colapso nervioso pues la pelinaranja había desaparecido apenas el sol salió y continuaba igual, sin contestar el teléfono (el cual estaba aparentemente apagado). Saotome tampoco tenía noticias de ella y si sabía su paradero, no parecía muy animado a decirlo.

-¡¿Dónde pudo haberse metido?!-chillo Ittoki Otoya

-¿No estará con el chico de la otra vez?-murmuró Ichinose

Todos me miraron en cuando la mención de mi hermano se hizo presente, rodé los ojos y saqué mi celular marcando el número de mi hermano, contestó al tercer timbre.

~Llamada~

-¿Qué necesitas?-murmuró seco

-¿Está ella contigo?-respondí de igual forma

-¿De quién hablas?-preguntó-¿Le paso algo a Nagisa-san?

~Fin de la llamada~

Colgué el teléfono sin ánimos de mantener una conversación con Aine. Negué con la cabeza provocando que todos soltaran un suspiro agotador. El siguiente intento de comunicarnos con ella fue llamarle a Haruka quien tampoco sabía donde están pero aparentemente se comunicó con ella al rededor de las 12:30pm.
Al rededor de las 8:00 pm Ringo decidió que era hora de notificar a las autoridades sobre su desaparición pero Saotome ordenó que nadie hiciera nada, asegurándonos que ella estaba bien y qué dejáramos de hacer escándalo, eso por supuesto no calmó a nadie y continuaron llamándola por teléfono. De nuevo, no hubo respuesta.

~Dos días después~

Me sentía más raro de lo normal, no me era costumbre sentirme tan inquieto, tan ansioso ¿Qué estaba mal conmigo? No tenía memoria de haberme puesto así nunca, además de que sentía una extraña necesidad de ver a Nagisa y aunque no le había dicho a nadie, había adoptado la costumbre de que al entrar o salir de cualquier sitio, lo primero que hacia era buscar a esa chica con la mirada y al no verla, comenzaba a sentirme inquieto y en ocasiones, hasta desanimado.
Haruka había regresado para trabajar con los chicos en su nuevo proyecto pues Starish buscaba ser participante del "Concierto de Selección para el Triple S". Este evento tenía de propósito el elegir a un grupo o solista japonés su cantará en el Magno evento deportivo más grande del mundo que solo por esta ocasión se llevaría a cabo en Japón. Saotome quería su Quartet Night fueran los principales participantes pero tras la misteriosa desaparición de nuestra compositora, había decidido llamar a Haruka para que trabajará con Starish en una canción para el Triple S, eso claramente nos tenía a Quartet Night bastante molestos <¿Por qué deberíamos perder nuestra oportunidad de ser reconocidos mundialmente por culpa de la estúpida de nuestra compositora?>. Y a pesar de tener un creciente odio por la chica también crecía mi preocupación por ella, creando así un sentimiento de soledad y abandono que ya comenzaban a irritarme ¿Por qué me siento así por ella? ¡Por su culpa perderemos una gran oportunidad!
Mi único consuelo era que, yo no era el único que pese a estar molesto se encontraba preocupado por ella.

-¡AiAi!-mire al castaño frente a mí-¿Qué te ocurre? Llevo llamandote varios minutos y no reaccionabas...

-¿Qué quieres?-me limité a decir

Si podía evitar que la conversación se centrará en mí y en mis sentimientos podría quitarme a Reiji de encima por lo menos el día de hoy.

-Te he notado muy inquieto... ¿Te preocupa Nagi-chi?