Naruto One Shots

El plan de Jiraiya || Naruto Uzumaki

—Bueno chicos, eso fue todo por hoy.–exclama Jiraiya-sensei a lo que Naruto y yo suspiramos viéndonos fijamente.

—¡Ako-chan somos libres!–grita el rubio recostándose en el pasto haciéndome reír.

—Es momento de volver a la posada, si quieren pueden seguirme.–digo y me alejo de ellos.

Desde que Jiraiya-sensei conoció a Naruto y comenzó a entrenarlo yo le seguí el paso, el al verme como una alumna prometedora dejó que comenzará a entrenar junto a ellos. Después de la huida de Sasuke, Naruto y yo abandonamos la aldea al lado de nuestro sensei para entrenar.

Los tres años pasaron relativamente rápido por lo cual mi vínculo con Naruto creció, él siempre es muy protector hacia mi. Sobre todo cuando comencé a desarrollarme en todos los sentidos, sobre todo físicamente, y el no quería que "el sabio pervertido no puede verte así, a ti no" siempre cuidando de mi y cubriéndome ante las miradas pervertidas de los hombres.

—¡Ako no olvides bajar a darte un baño antes de dormir niña! ¡Apestas!–grita nuestro sensei.

—¡Deja de acosar a Ako-chan sabio pervertido!–los gritos despavoridos de Naruto se hacen notar rápidamente causándome gracia.

Al llegar a la posada decido cenar algo y acomodar mi pijama en la habitación que comparto con Naruto. Admito que al principio era muy vergonzoso, al menos antes teníamos privacidad, pero al pasar el tiempo nos acostumbramos a la compañía del otro. Continuando con mis asuntos acomodo mi pijama, la cual consiste en unos pantalones cortos y una camiseta de Naruto, siempre robo algo de su ropa puesto a que es muy cómoda y el nunca lo nota.

Me encamino a las aguas termales y me deshago de mi ropa hasta quedar con una toalla cubriendo mi cuerpo, dejo mis cosas  en su lugar y tomo una toalla extra, cosa que siempre hago por precaución. Me adentro en el lugar con los ojos cerrados.

—¡¿Ako que haces aquí?!–el grito asustado de Naruto hace que pegue un brinco mientras él se tapa lo más que puede con una toalla y el agua lo cual solo deja expuesto su torso.

—¡Ese viejo a ido muy lejos!–grito al notar que las aguas termales son mixtas.–Rayos, en realidad quería relajarme un rato.

La expresión de Naruto es nerviosa y solo se pone boca abajo dejando sus brazos cerca de la orilla.

—A-Ako-chan, puedes entrar y prometo no ver nada, de veras.–dice nervioso pero en realidad confió en el, así que lo hago poniéndome también boca abajo aún con la toalla puesta algo cerca de donde está.

—Bueno, creo que estamos bien Naruto.–le sonrió y él tiene las mejillas en un tono color carmesí.—Este entrenamiento en realidad esta matándome, solo quiero dormir.

—Lo mismo digo Ako-chan, ¡pero debemos hacernos fuertes para llevar a Sasuke de regreso a casa!—dice y sonrío ante su entusiasmo.

—¡Claro que si Naruto-kun!–sonrío de vuelta y miro con nostalgia a la nada.—¿recuerdas cuando comenzamos este viaje?

—¿Cómo abría de olvidarlo? Creí que estaría solo y dejaría a todos mis amigos en Konoha pero sin embargo apareciste tú y gracias a ti me siento en casa.–dice sonriendo animado.

—Naruto yo...

—¡Veo que si vinieron!–grita Jiraya interrumpiendo nuestra platica, cierro los ojos al escuchar su voz.

No quiero ver algo de lo que podría arrepentirme.

—¡Viejo pervertido aléjate de Ako!—grita Naruto y siento cómo me jala del brazo.—Ako-chan no abras los ojos por nada del mundo.

—Esta bien–digo y sigo caminando a donde me guía, comienzo a sentir la falta de agua y otra toalla sobre mi, sé que Naruto no está husmeando, lo conozco muy bien, o eso quiero creer.

—¿Ya se van?–dice nuestro sensei desconcertado y en un tono burlón.—Si recién acabo de llegar.

—Jiraiya-sensei, debemos irnos. Mañana es nuestro último día aquí antes de volver a la aldea.–digo y siento cómo me empujan y una puerta se cierra, abro los ojos y no veo a nadie conmigo.

—¡Ako-chan te daré privacidad para que te cambies y subas a la habitación iré enseguida!—grita Naruto y asiento aunque no pueda verme. Me coloco mi ropa de dormir lo más rápido que puedo y subo corriendo a la habitación.

Me recuesto sobre la cama y pienso en cómo será todo mañana, será el último día que pase al lado de Naruto... Y yo... Yo nunca pude confesarle mis sentimientos.

—¿Ako?–pregunta Naruto y levantó la mirada.

—Hey, Naruto.–digo con nostalgia y él se sienta a mi lado mientras imito su acción.

—¿Qué pasa Ako-chan?–pregunta el y solo suspiro... Si supiera.

—Naruto yo... Realmente estoy preocupada sobre cómo será todo de vuelta en Konoha.—digo y el sonrie tomando mi mejilla.

—Todo estará bien, ya lo verás.–dice y sonríe provocando que yo lo haga también.—Eres una ladrona de camisetas.

Comienzo a reír al darme cuenta de que en verdad lo noto.

—Naruto-kun... Debo confesarte algo.—digo nerviosa, es ahora o nunca Ako. No dejes ir la oportunidad.—Yo... Siempre he admirado tu manera de ser y amo tu sonrisa, me impulsas a ser alguien mejor y superarme y sé que tal vez no sientas lo mismo pero yo... Yo... Estoy enamorada de ti desde hace tiempo.

Inclinó mi cabeza hacia abajo esperando a que me rechace o siquiera diga algo, sin importar que pase, mañana volveremos a Konoha y las cosas cambiaran.

—Ako-chan...–suspira y lo siguiente que se es que se lanza sobre mí a abrazarme riendo demostrando que está feliz.—¡Creí que nunca lo dirías ttebayo!

¡¿Qué?!

—En serio, creí que nunca pasaría, también estoy enamorado de ti tonta, el sabio pervertido me lo dijo pero no quise creerlo y yo... Yo en serio estoy feliz, ¡de veras!

—Ese maldito viejo—bufo enojada y las piezas se arman en mi mente. ¡Todo fue un maldito plan o experimento como en sus libros!—Naruto yo...

Y sin esperarlo me beso, mi primer beso con mi primer amor.

—¡Sabía que tarde o temprano terminarían juntos mocoso!—grita Jiraiya desde la entrada de la habitación, haciéndonos reír sonoramente y verlo con una gran sonrisa a ojo cerrado y mejillas sonrojadas.

Te debo una grande, Ero-sennin.