Parte 1: El inicio de todo

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-¡Ven, cariño, está dando sus primeros pasos!

Tengo meros recuerdos de cuando todavía vivía con mis padres. Tenía tres años cuando empecé a andar. No estoy seguro de si mis recuerdos son verdaderos recuerdos, o me habían grabado y me habían enseñado el vídeo más adelante, pero me acuerdo de lo orgullosos que parecían estar de mi cuando me posé a dos patas por primera vez. Parecíamos una familia feliz. Éramos una familia feliz.

-¡Aquí viene el avióóóón!

- Ten cuidado, cielo, al final se va a manchar...

Una cosa de la que sí estoy seguro que me acuerdo, es de mi primer día de colegio. No estaba muy emocionado, pues no me emocionaba la idea de hacer amigos, nunca he sido muy sociable. En clase solo tenía una amiga, Abril. Ella era la única con la que podía hablar, y la única a la que le podía confesar mis secretos, aunque no tenía muchos, pues era un niño de tres años.

Cuando yo estaba naciendo, mi padre tenía que esperar en la sala de espera a que le dieran noticias de lo que estaba pasando. Allí conoció a un señor llamado Alfred, del cual se hizo amigo. Daba la casualidad de que él también estaba en la sala de espera por la misma razón que mi padre. Cuando ya nos íbamos a mi casa después de mi nacimiento, mi padre y Alfred siguieron en contacto, y mi madre también se hizo amiga de la esposa de Alfred.

-Ven, Marzo. -decía mi madre.

-¿Qué quieres, mami?- dije.

-Vamos a presentarte a tu nueva amiguita. - dijo ella.

-Hola -dijo Abril.

-Hola -dije.

Nos fuimos haciendo amigos, al igual que nuestros padres, por lo que nos veíamos más que con nuestros primos o familiares.

Recuerdo que yo estaba con Abril en casa de mi abuela. Nos habían dejado allí a los dos porque nuestros padres querían salir a dar una vuelta. Estábamos tan tranquilos jugando, cuando sonó el teléfono. Oí hablar a mi abuela, la cual parecía estar llorando. Cuando termino de hablar, nos llamó, y nos dijo que nuestros padres habían fallecido en medio de un derrumbamiento de un edificio que estaba en construcción. Yo, tan incrédulo, pregunté que significaba la palabra "fallecido". No quiero describir mi reacción en este libro.

Estuve viviendo un año y medio con mi abuela y con Abril en la casa de mi abuela, y esa es la razón por la cual considero a Abril una hermana. A mi abuela le dio un infarto al corazón, y nos trasladaron a un centro de menores en Madrid.

MarzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora