SASEAN.

Capitulo 17

12:30 del mediodía. No había almorzado y me estaba muriendo de hambre. No me había movido de la cama y me encontraba sola en la habitación mirando el techo. No tenía mi teléfono para avisarle a Clo que tenía hambre ni saber si el doctor estaba en camino. Así que me quedé sin opciones. El dolor ya era más leve. Claro, si me había quedado más o menos media hora haciendo nada. No me quedó otra.

-¿Mama?- comencé diciendo. No hubo respuesta...

-¡Mama!- más fuerte.

-¡¡Mama!!- La puerta se abrió.

-Dios, pareces una bebe llamando así a tu mamita.

Sean. Otra vez el hijo de... obviamente no le respondí. Miré hacia otro lado.

-No es necesario que me ignores..- dijo mirándome, parecía divertido. ¿Qué le pasaba a ese idiota?

-Está bien. No contestes. Voy a buscar a tu mamá.

-¿Por qué les dijiste eso?- pregunté sin pensar.

-¿Qué cosa?- dijo frunciendo el seño.

-¿Por qué sacaste a los reporteros?

Se quedó unos momentos en silencio. Se recostó contra la pared y soltó un suspiro. Su cabello se movió y tapó uno de sus ojos. Podía ser un imbécil total. Pero no puedo no negar que era muy lindo.

-No podía permitir que se enteraran de lo que pasó. La empresa caería si se enteraran que el hijo de una de las organizaciones mas influyentes de acá es responsable de la casi muerte de su prometida.

Tenía sentido. Pero sonaba horrible. Realmente no le importaba como estaba o como me sentía emocionalmente. Solo se preocupaba su reputación.

-Entiendo.- dije girando mi cabeza hacia la ventana. Era un día hermoso. El sol hacia que la habitación se viera cálida. El cielo celeste y completamente despejado. Y una pequeña hoja de la enredadera se asomaba por la ventana. Bendita enredadera...

-¿Necesitas algo?- preguntó indiferente.

Realmente no necesitaba nada de él. La verdad era que seguía confundida. Después de su comportamiento no quería tener demasiado contacto con Sean.

-No.

Levantó la mirada y me miró fijamente. Seguía con un ojo tapado. Aparté la mirada.

-Voy a buscar a tu mamá.- dijo abriendo la puerta.

Todo quedó en silencio. Sean se detuvo antes de irse. Balbuceó algo por lo bajo y cerró la puerta. Volví a estar sola. Inmovilizada. Cansada. Dolorida. Hambrienta. Todo estaba siendo un desastre. Y ni siquiera un abrazo de consuelo de Cloe me serviría esta vez. Me rendí y cerré los ojos. Por dos un momento me imaginé a Sean buscando a mama. No tardaría mucho en llegar. No tenía sentido dormirme. Pero mi cuerpo no estaba de acuerdo. Y me quedé dormida.