Capitulo 5

174 9 2
                                    

POV Lali

¡No podía ser!, ¡El otra vez!


¿Qué clase de maldad era esta?, me quería auxiliar del planeta. Los gritos de los asquerosos, seguían y cada vez aumentaban más. Pero para mi ya habían desaparecido, porque tenía un problema mayor ante mis ojos. El.


Mariano no tardo en darse cuenta de los babosos que estaban gritándome, y sin ni siquiera dirigirme la palabra, se les acerco. Sentí como mi corazón se paro, ¿qué hacía?, dios mío



- ¿Qué les pasa invesiles?, ¡no se dan cuenta que es una nena! - vi como empezaba a remangarse las mangas y eso no era buena señal - ¡Son unos degenerados!, no tengo problema en ubicarlos uno por uno, ¡estúpidos!

- Ah bueno - rieron a coro los babosos y uno se paró para enfrentarlo

- ¿Qué te pasa noviesito?, compartí a la nena... ¡que está más buena que...!

Era de esperarse, Mariano se acerco sin control alguno de su cuerpo y le pego una piña que lo dejo en el suelo al hombre. Yo quede boca abierta, no podía entender lo que estaba pasando. El dueño del café no tardo en venir urgente. Echándonos, aun así después de explicar lo sucedido. Amenazaba con llamar a la policía. Así que no tuvimos mas opción que irnos. Mariano me tomo de su mano a la fuerza, aun no estaba consciente de lo que hacía por su enojo. Y me llevo hasta la salida del café. Era increíble esto que estaba pasando... me defendió, ¡le pego a otros por mi!

- Perdón, por el momento horrible. No quise, pero te estaban faltando el respeto y no lo iba a permitir - dijo mirándome a los ojos. Era un dulce

- Gracias, pero creo que se fue todo de las manos - sonreí - Gracias, de verdad. Desde hoy que estuvieron molestándome y ahora tenía miedo. Si no hubieras aparecido... - me interrumpió

- Pero, aparecí - su mirada, tan directa, me paralizo. Le sonreí - por algo será...

Me puse nerviosa, demasiado. Me acorde de todo lo que había pasado a principio del día, en el auto y no quería que termináramos en la misma situación y yo con el mismo arrepentimiento. Tragué y salí de esa tensión

- Eh, bueno. Gracias, de verdad. Otra vez. Tengo que irme... - estuve a punto de saludarlo cordial pero el me detuvo con sus palabras

- Ey, espera. ¿Te parece si vamos a tomar algo? - creo que mi cara se transformo en ese momento. ¿Había algún lugar para esconderme, cerca?. No, ¿como voy a quedarme con el, a solas?. Tampoco creo que tenga otra intención, igual... No soy nadie como para que lo tenga porque (una voz me interrumpió)

- ¿Si o no? - me sonríe. No hagas eso - son unos minutos nada más

- B.. bueno, esta bien - me iba a arrepentir de esto, pero no podía decirle que no tampoco

- Pero vayamos a otro bar, de este ya estamos echados

Una risa silenciosa nos unió a ambos. Fue caminando a su auto con sus llaves en mano y fui atrás de el. Saco la a alarma y me dio el pase para entrar. Otra vez, la misma escena que hace unas horas de las que quise escapar durante todo el día. ¿Por qué me contradigo tanto?. Estoy nerviosa, solo a mi se me ocurre subirme al auto de un casi-desconocido sin saber el rumbo.

- Vamos a un bar a un par de cuadras de acá. Van a tener mejor onda que este, seguro - me miro de costado con una sonrisa y yo no ejecute ninguna mueca. Mi cabeza tenía mil cosas en que pensar. Casi ni lo escuchaba


No tardamos en llegar, era cierto, quedaba cerca. El lugar era mas grande que el anterior y de un nivel más alto. Me dejo elegir la mesa que quisiera y nos sentamos una del medio. Se encargo de llamar al moso y pedimos algo para tomar.

- ¿Y, como te fue hoy?

- Bien, va normal...

- ¿Qué hacías sola en ese bar?, es peligroso - parece que su interés era solo esa pregunta

- No estaba sola, estaba con unos amigos de mi banda pero se fueron antes

- ¿Tenés una banda? - sentía mucha interés sobre mi, estaba poniéndome incómoda

- Si, algo así. Estamos intentando ser "descubiertos" - me río de mi manera de expresar descubiertos

- Y, ¿Cuál es tu rol?

- Canto... sería la cantante - me río y avergüenzo

- ¿Cantas? - le vi dibujarse una sonrisa en su rostro, me hizo ruborizarme un poco - Que lindo, quiero escucharte un día

- No, eso no - moría de vergüenza con solo imaginarme cantandole

POV Mariano

Era tan tierna. Verla sonreír avergonzada me encantaba. No se que estaba haciendo y como habíamos llegado a estar solos tomando algo, pero necesitaba tener a alguien cerca y ella era una buena compañía.

- ¿Por qué, no?, para ser voz principal debes ser buena en eso

- No, tampoco tanto. No lo se

- Bueno, cuando llenes estadios lo comprobare - la vi reír, otra vez

- Estamos lejos de eso

- ¿Por qué?, si uno se propone algo puede conseguirlo - no se porque, mi mirada se posa fuertemente en ella - Si es para uno, sucede



La note algo tensa, pero no dije nada malo. A lo mejor mis miradas la ponían así, pero no era intencional. Por suerte, el moso llego con los pedidos para cortar un poco el clima. Cuando se fue, agarre un sombre de azúcar para ponerle al café. Al abrirlo descubrí que cada sobre tenía escrito una frase y leí la mía "El destino cruza los caminos sin pedir permiso. Arriésgate". Nunca creo en estás cosas, pero hoy parecía que fuera apropósito. Ella parecía ser la dueña de esa frase. La mire y estaba tomando su submarino con un sorbete. Era una chiquita de 3 años, pero se veía hermosa.

- ¿Tu hija?, ¿Cómo esta? - Mi hija, mi esposa, ella me había hecho olvidar de todo. Suspire suave y con mala gana

- Bien, ya le dieron su alta gracias a dios

- ¿Por qué esa cara, entonces?, ¡tendrías estar feliz por ella!

- Si, obvio. Lo estoy. Es que - agacho la cabeza y la subo rápidamente - me pelee con su madre

- Perdón, no quise ponerte mal - lo sentía de verdad, lo vi en sus ojos de comprensión. Y eso me hacía bien

- No, está bien

- ¿Paso algo grave?

- No, discutimos por sus mismas inseguridades de siempre. Peleamos mucho últimamente. El doctor de Olivia, mi hija, nos dijo que nuestros gritos pueden afectarla y decidí pedirle un tiempo...

- Ay, lo siento, de verdad - coloca su mano sombre la mía, que la tenía arriba de la mesa, y la acaricia

- Esta bien, es lo mejor. No quiero verla mal a Olivia, nunca. Y solo me da miedo que quiera sacarmela - era un hombre, no debía llorar. Pero mis ganas de sacar todo ese dolor me brotaban. Sentía mis ojos bridriosos. No quería que ella me notara así- Perdón...

- Ey, no - su rostro no me mentía, ella me estaba dando comprensión con solo mirarme. La sentí agarrarme mis manos fuertemente y acariciarme el pecho sin importar la mesa que tuviéramos entre medio - eso no va a pasar. Es normal que te sientas así después de una discusión tan fuerte, no dejas de perseguirte y sentir que van a pasar un millón de cosas malas. Pero créeme, que no son más que pensamientos

Todavía no había reaccionado que su mano estaba en mi pecho, comprendiéndome. Yo la escuchaba tan atentamente que no sabía si eso era verdad o no, pero era lo que necesitaba para sentirse mejor.

- ¿Te paso?, ¿con tu novio?. Digo, ¿de que te maquinas con mil cosas?... - ¿Que estupides dije?, por dios

- ¿Qué? - ella alejo su mano de mi pecho y volvió a su postura de antes en la silla. Se rió algo nerviosa pero fresca - No, no tuve novio

Su sonrisa y su inocencia en ese instante fueron los que me dijeron algo. No sabía muy bien que era. Pero la necesitaba conmigo, me hacía bien. Era una locura, no habían pasado ni 24 horas de haberla conocido y le sucedía esto. Con una extraña

• Enseñame A Amar || Novela MarialiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora