Capitulo 1

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Pov Lali

No podía ser. Concierto cancelado. Una vez más. Pero no por lluvia, ni errores técnicos. Sino porque simplemente nos habían "estafado". La banda ya no daba para más. El dueño del bar que nos había contactado, nos acababa de comunicar que el acuerdo había sido cantar, pero sin nada a cambio. Con eso se refería a "nada de paga". ¿En qué momento mi hermano, (manager de nuestra banda) había que dado en eso?, ¡está completamente loco!. Sin ninguna salida a eso, quedamos en la calle del bar, con todos los instrumentos que nos había costado una eternidad alcanzarlos hasta ahí, porque no teníamos ni plata para poder alquilar un flete. Estábamos completamente indignados y enojados los 5

- Es increíble que Fernando nos haga esto, ¡con lo que sabe que necesitamos la plata! – dijo uno de mis compañeros de banda totalmente enojado y mirándome de una manera desafiante

- Es verdad, ¡nos vive cagando! – se complota con el anterior mientras se sienta en el cordón de la vereda junto al resto

- Bueno ey!, yo no tengo nada que ver ¿Qué me echan todo en cara como si tuviera la culpa? – estaba parada a diferencia de ellos, cruzada de brazos y con una infinita rabia. A lo mejor les grite sin querer, pero realmente me enojaba esta situación. Y aun mas, ¡que me culpen!

- A lo mejor, porque es tu hermano el de todas estas ideas y falsos contratos... – me tira, irónica mi corista

- ¿Y?, yo no tengo nada que ver con él. Ustedes solos me eligieron como cantante después de haberlo conocido!

- Ay, "la estrellita"... - escucho la risa y el tono de burla de mi baterista. Esto ya era un montón

- Ah na, son cualquiera. ¿Por qué mejor no hablan con mi hermano y le echan todo en cara a el? Mátense!

La rabia me mataba, no podía ser que todo me involucren con el y mucho menos que me trataran de "estrellita". Me acerque a mi bolso que estaba tirado al lado del cordón de la vereda donde estaban todos sentados y sin dirigirles la mirada me fui. Obviamente, la suerte me acompaña, y comenzó a diluviar después de uno cuadra caminando sola en medio de la noche. Ya no me importaba nada, estaba cegada en mis pensamientos y ocurriéndome cada insulto que le diría a mi hermano ni bien abra la puerta de casa. Estaba a mitad de calle, ida y hablando sola, seguía encerrada en mi burbuja. Hasta que en cuestión de segundos vi un auto venir hacia mí, con una luz que me enceguecía. Escuche dos bocinas seguidas y logre correrme con velocidad, pero del reflejo a correr me caí y el auto paso a una velocidad de las nubes a centímetros de mi pierna. Vi al conductor del auto insultarme. ¿Insultarme?, ¡casi me mata!, ¡la enojada tendría que ser yo! Claramente, el mundo estaba en mi contra hoy. Me levante como pude con más bronca que la que ya venía acumulando y bajo la lluvia, seguí caminando.

Después de 10 minutos, llegue a casa totalmente empapada. Cerré la puerta de un portazo gritando el nombre de mi hermano por toda la casa. Al no contestar nadie, supuse que el vago seguiría durmiendo como siempre. Subí las escaleras sin dejar de gritar y con mi paciencia al cero. Di el último paso hasta su habitación y abrí la puerta con toda la furia que venía acumulando en el camino.

Me quede totalmente paralizada cuando vi a mi hermano y su amigo (el cual nunca vi en mi vida), sentados tranquilamente en la cama conversando de valla a saber qué. El hombre era un Dios griego, pero no aparentaba estar bien. En cuestión de segundos, lo ignore por completo y seguí con mi discusión.

- ¡Franco!, ¡sos una mierda!, ¡quedaste con el tipo del bar que no nos iban a cobrar ni un centavo por cantar! – Le pegue un cachetazo en la cabeza. El hombre que lo acompañaba rio. Estaba sacada, lo admito

• Enseñame A Amar || Novela MarialiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora