Diario De Un Amor Platonico ⚜ Kaylor Fanfic #Wattys2017

Capítulo 21

27 de Enero, 2017

Mi prometida:

Estamos de vuelta en Nueva York, después de haber pasado cuatro días en St. Louis.

¡¡¡¡He conocido a tu familia, Karlie!!!!

Estoy emocionada por volver, me ha encantado estar con tus hermanas. Han hecho lo posible por reunirnos en casa de tus padres.

Kristine te consiente y te protege como si fuera tu madre. Karian y Kimberly te adoran por igual.

No voy a negar que estuve a punto de llorar (¡Qué novedad!) Al ver a tu familia reunida para conocerme.

Si había soñado con el día en que te tendría, ni te imaginas lo que sentí cuando el sueño de conocer a tus padres y hermanas, se había cumplido.

Creo que tengo que agradecerle a la Señora Miller por este mes de vacaciones que me ha dado.

Pero bueno, siempre debe ocurrir algo para variar un poco mi vida. Y de hecho si ocurrió, en medio de la cena de la primera noche junto a ellos. ¡Qué vergüenza!

— Y dime, Taylor —la voz de tu padre es toda una historia— ¿A qué te dedicas?

¡Vaya! Ingeniosa pregunta que todo el mundo hace, al momento de conocerte. Pues me quedé callada.

¿Qué le iba a decir yo?

Estaba sentada, junto a ellos, en la mesa con una lujosa cena. Tu a mi lado, observando lo incomoda que me había puesto la pregunta. Me tomaste de la mano y sonreiste.

— Taylor trabaja cuidando niños. Ella es muy buena en ello, la he visto como trata a la pequeña que cuida ahora. Amo ese trabajo que tiene.

Realmente agradezco que me hayas rescatado de eso.

— ¿Niños? —cuestiono Tracy, tu madre—. Debes ser muy buena si Karlie lo dice. De seguro serás buena madre.

¡¿Qué?! ¡¿A caso viene de familia?!

No lo pude evitar, me atragante con un pedazo de carne y me lleve la copa con agua a la boca. Estaba atorada, Dios mío. ¡En serio creí que iba a morir!

— ¡Taylor! ¿Estás bien? —¡okey! Preocupé a todo el mundo con esto.

Te levantaste de la mesa asustada. ¡Todos lo hicieron!

— ¡Kurt, has algo! — ¡Ah no, por favor no! ¡Ni muerta iba a dejar que me apretaran el estómago para expulsar lo que tuviera en la garganta!

Pensé en ese entonces...

¡Respira Taylor! ¡Traga como puedas y reacciona! ¡Maldita sea Taylor! ¡Solo a ti se te ocurre atorarte!

Y antes de que tu padre se acercara a mi, levanté una mano para señalar que ya estaba mejor. Todos se sintieron más aliviados. Respire más calmada y sentí como mis mejillas se tornaban rojas. ¡Qué atroz!