IV.

14.4K 1.3K 31
                                    


Capítulo 10

–¿Sí? –Dome empezó a acariciar inconscientemente la solapa de la chaqueta de Sebastien.

–Sí –afirmó mientras rozaba los dedos de Dome. Jugueteó con ellos y los cubrió completamente.

–¿Cuándo?

–Mañana mismo.

–De acuerdo.

–Yo paso por ti –vaciló un instante, sin saber cómo continuar.

–No te preocupes. Nadie lo sabrá –leyó su mente.

Sonriendo, Sebastien se despidió besando su mejilla y se alejó de ella.


***


–Pensé que ya no venías –empezó Eduardo con voz acusadora.

–Ahora no, Edu.

–¿Ese estúpido te ha hecho algo? –inquirió, preocupado.

–No lo llames así. Y no, no ha pasado nada –mintió Dome tajantemente, dando a entender que no quería hablar de lo sucedido.

–Dome, ¿le has contado?

–¿Qué? –lo miró alarmada y con el terror dibujado en sus facciones–. Por supuesto que no. Eduardo, mírame. Sebastien no sabe de la existencia de Alex. Y no lo sabrá nunca.

–¿Por qué Dome? Él tiene tanto derecho como tú.

–Edu, no quiero hablar de eso, pero que te quede bien claro: él no se puede enterar. Jamás.

–¿Se puede saber cómo lo evitarás? Él anda rondando continuamente por aquí –dijo, sarcástico.

–Pero pronto se marchará. Su vida no está aquí, solo debo evitar que lo descubra mientras sigue en España.

–¿Cuándo se irá definitivamente? –Eduardo se mostraba ansioso.

–No lo sé, con certeza. Pero seguro está de paso. Mientras Edu, necesito de ti.

–¿De mí? ¿Por qué?

–Porque... –Dome vaciló–, porque Sebastien cree que vamos a casarnos.

–¿Nosotros? Dome, sabes que nada en el mundo me haría más feliz.

–No, Edu. No continúes por favor. Sebastien cree eso pero, no significa que sea verdad.

–No entiendo. ¿No estarás pidiéndome que...?

–Sí, Edu. Quiero que finjas –Dome tomó su mano–. No, no me mires así. Yo no le he mentido, él ha sido quién ha sacado esa conclusión errónea. Lo único que nosotros haremos es no mostrarle que se equivoca.

Eduardo asintió y se despidieron con un abrazo. Abrigaba la esperanza de que, tal vez a través de esa farsa, podría ganarse el corazón de Dome. Todo parecía posible y así empezó a sentir un pequeño burbujeo en su interior.

Doménica no estaba segura de estar haciendo lo correcto pero no veía otra alternativa. Quería alejar a Sebastien para siempre. No, no quería aunque debía. Él era un peligro para su secreto y su cordura. No deseaba ni imaginarse su reacción. ¿Cuál sería? ¿Emoción por ese hijo u odio por haberlo usado de esa manera?

Porque esa era la realidad. Ella lo había usado para conseguir cumplir su sueño de ser madre. Claro que no contaba con que le tomaría tanto gusto a la compañía de aquel hombre; y, no solo en la cama, sino en todos los aspectos de su vida.

Quiero olvidarme de ti (Italia #3)Where stories live. Discover now