Capítulo IX: Hanna

6.8K 392 46
                                    

— Amor, hoy es nuestro aniversario de bodas — digo mientras miro su retrato — ha pasado demasiado tiempo ya, y creo que me he enamorado de otra mujer; ella no es igual a ti, es mucho más risueña, demasiado sencilla y es posible que esté loca.

Contaré la historia, de cómo llegue a conocer y amar tanto a una mujer llamada Hanna; cuando sucedió yo era totalmente diferente a lo que soy ahora, solía andar de fiesta con mis amigos, andar por la calle e ir bailar toda la noche.

Vi a Hanna por primera vez en la fiesta de aniversario de la empresa de mi familia, era alta, hermosa, elegante y con sonrisa divina. Lo primero fue un juego de miradas.

Me acerque a ella para hablarle, fue puro coqueto.

— Hola, mi nombre es George Harrison — le dije mostrándole una gran sonrisa.

— Yo soy Hanna McKinsey; ¿Harrison, eres hijo del dueño?

— Podría decirse. Y tú debes ser la hijita de Arthur McKinsey

— Bueno, realmente soy la de enmedio.

— Es un placer, conocerte.

Hanna tenía ese encanto inexplicable y sumamente atrayente, era un poco altiva y orgullosa. Se que no fui el único que se fijó en ella.

— ¿Y trabajas en la empresa?, no te había visto por aquí.

— Se podría decir que tengo un puesto importante en la industria de mi padre.

— Eso es bastante interesante.

Luego la invite a bailar y me miró de arriba a abajo. Pareció meditarlo por unos segundos y acepto.

Me volví la envidia de muchos, estoy seguro.

Le pedí su número de teléfono y desde luego, ella me lo dio. Dos días después la llame he hicimos una cita, íbamos a uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Descubrimos que teníamos mucho en común, me gustaba hacerla reír.

Después de nuestra tercera cita ya hablábamos muy constantemente, llegue a casa de mis padres, celebrando que de verdad me gustaba Hanna.

— Este sábado quiero presentarles a alguien — le dije a mis padres.

— ¿La chica con la que has estado saliendo? — me dijo mi madre

— Sí.

— Creo que Arthur me dijo que estas saliendo con su hija — dijo mi padre

— De hecho, si... ella es increíble, incluso creo que me enamore.

— Bueno, esperemos que sea una buena muchacha — dijo mi madre riendo.

— ¿Y John, no ha llegado de la escuela?

— Fue con unos amigos a jugar — me respondió mi padre.

— ¿Sus notas han mejorado?

— Sí, un poco.

— John debería ser más responsable; ustedes son muy indulgentes con él.

— George, tu hermano solo tiene 15 años, no podemos exigirle que actúe como un adulto. Tu a su edad eras bastante travieso — me dijo mi padre.

— Bien, solo asegúrense de que también esté aquí el sábado; y que las cocineras hagan algo muy bueno, quiero impresionarla.

— Si quieres impresionarla cocina tu — me dijo mi padre

— No, eso no — dijo John entrando con una pelota bajo el brazo — no quiero morir envenenado.

La Ultima Vez Que LloréWhere stories live. Discover now