Capitulo 10: Adiós burdel.

5.6K 283 4
                                    


Ruby solo trabajaba los viernes en el burdel, pero Micaela había sentenciado su amenaza, si no iba a trabajar al día siguiente, perdería su puesto. 

  — ¡No se que voy hacer! — Pensó Ruby mientras abría la puerta de su casa a las 3 de la madrugada.

Empezó a dar varias vueltas en la cocina, ni siquiera tenia hambre, no quería ir a trabajar al día siguiente, quería estar con su hermano, y no quería que un tonto se obsesionara con ella. Fue hasta su  habitación, le dio un beso en la frente a su hermano e intento dormir, al día siguiente tenia que hacer algo muy importante. 

Pi,pi,pi... 

  — ¿Hola?— Dijo una voz chillona detrás de la bocina.

 — Mi-micaela.

  — ¿Que quieres?

  — No iré a trabajar.

  — Tu sabes las consecuencias que traerá eso,Ruby. 

  — ¡Nuestro trato es solo los putos viernes!— Gritó

  — No me interesa, no quiero perder a ese chiquillo y a su padre, si no vienes te despediré ¡LO JURO!

 Hubo unos minutos de silencio.

  — Vete al carajo, tu burdel no es el único— Sentencio Ruby y colgó.  

  — ¿RUBY? ¿RUBY? ¡MALDITA SEA!  


Después de eso Ruby lavo su cara, comió una manzana y llevo a Tyler a jugar con sus amigos, sinceramente no sabia donde iba a conseguir trabajo, pero estaba harta de Micaela, la tarde fue tranquila, comió perro caliente con su hermano y cuando regresaron a casa él estaba exhausto, por ende cayo como una roca a la cama. 

Ruby tomo su teléfono y quiso hacer una llamada.

  — ¿Marta?

  — Hola, Ruby.

  — Siento llamarte a esta hora.

  — ¿Que sucede?

  — No tengo trabajo.

  — Sabes que puedes trabajar conmigo cociendo, pero te advierto que el dinero no te alcanzara para mucho.

  — ¿A que te refieres con que no me alcanzara?

  — Ruby... no creo que te alcance para cubrir tus medicinas ni seguir dándole la vida que le das a Tyler  

Todo se quedo en silencio.

  — Gracias,Marta. Te llamare pronto.

  — ¿Ruby?

  — Dime.

  — Vete a otro lado, quizá encuentres mas oportunidades.

  — Marta, no te preocupes por mi, luego te llamare, adiós.   

Marta era una antigua compañera que se retiro del burdel, pero su vida no fue la misma, puesto que el dinero no le alcanzaba, y tenia tres hijos que mantener, prácticamente vivía en la miseria y nunca lograría conseguir ningún trabajo a parte del que tenia, porque a las prostitutas nadie les daba trabajo.

  — No quiero terminar como ella— se susurro a si misma.

***********************************************

Horas después alguien tocaba la puerta.

  — ¿Quien es? — Gritó  Ruby desde la cocina 

  — Antony

Todo en su mente se paralizo, ¿Que hacia ahí? ¿Quien le había dicho donde estaba su casa?

 — ¿Que quieres?—  Dijo Ruby, mientras abría la puerta y fruncía el ceño 

  —  Lola, vengo por otra noche.

  —  Ya no trabajo, ve a buscar a otra prostituta, chico.— Dijo mientras cerraba la puerta, pero la mano de Antony se interpuso

  —No quiero a nadie mas, por favor, tu eres a quien quiero ¡LOLAA!

  Ruby se empezó a enojar y abrió la puerta de tal manera que Antony quedo completamente inmóvil.

  — ¡Que no! te he dicho que no ñiñito, no me interesa que seas mi cliente, entiéndelo y vete de mi casa, busca a otra y déjame en paz.

  — ¡No,no,no!

  — ¡VETE!—  Y cerro la puerta de un golpe.


  Pero eso no basto, durante varios meses Antony la seguía acosando, iba todos los días a su casa, ya hasta sabia su verdadero nombre y se entero que tenia un hermano. La tenia harta y asustada, no sabia que mas hacer y tomo una decisión apurada, se mudo de la casa que sus padres le habían dejando, y se largo a un racho a las afueras del pueblo, por días no supo mas de Antony y eso la tenia feliz, y aun mas el hecho de que había conseguido un pequeño trabajo ayudado en una granja con la cosecha, pero no todo fue color de rosa, Ruby no podía olvidar que estaba enferma y que las medicinas que la mantenían en pie, se le habían acabado. 




   


  

     

  



   

   

La obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora