Orange 「Re:」[E]

Tegami 14

Atención: El siguiente escenario no aparece en el manga. Se nombrara la palabra Onsen mas adelante, la cual define los baños termales japoneses naturales.

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—¿Un viaje en medio del trimestre?— pregunta Kakeru con voz calmada. Azusa y Takako asintieron.

—¡Así es! ¡Este año dicen que los de nuestro curso hemos tenido mucha suerte!

—¿A donde vamos?— pregunta Hagita mientras no despega su vista del libro que sostiene entre sus manos. Azusa puso cara de molestia.

—¡Idiota! ¡¿Acaso no escuchas cuando hablo?!— grito exaltada Azusa.

—¡Para nada burra!— contestó Hagita, mientras dejaba de lado su libro.

—¡¿A quien llamas burra, tu cuatro ojos!?

Dirigí ligeramente mi vista hacia ellos, los cuales se encontraban apoyando sus manos en sus mesas respectivas, las cuales siempre uníamos para tomar el almuerzo juntos. Kakeru, Takako y Naho solo se reían. Yo...Bueno digamos que no estaba en mis mejores días.

—¿Entonces donde vamos Azu-chan?— pregunte, ella me envío una sonrisa para comenzar a hablar.

—¡¡Vamos a Kioto chicos!! ¡¡A Kioto!!— dijo mientras se colgaba de mi brazo.

—¿Kioto? Es increíble que montes tremendo escándalo por ir a Kioto, chica de pueblo.

—¡Tu también eres chico de pueblo cuatro ojos idiota! ¡Burro! ¡Zoquete!

—¡Cállate tu mujer amazona!

—¡Seras...!

—Vamos solo salir de una vez.— dijimos Kakeru, Takako y yo. A lo que ellos como contestación nos enviaron una mirada fulminante.

—Bueno, el caso es que vamos visitar el  santuario Fushimi Inari. ¡Y hay fuentes termales en el hostal! ¡Ousen! ¿No es genial Mia?— me preguntó Azusa dándome un abrazo a lo que yo asentí con una sonrisa.

—¿Porque no te casas con ella?— preguntó Hagita.

—¿Estas celoso Hagita?— preguntó Kakeru burlandose.

—Callate, idiota. Claro que no.— contestó mostrando una de sus caras extrañas, haciéndonos reír a todos los presentes.  En cuanto nos dimos cuenta el timbre de final del receso había acabado. Una vez terminadas las clases, todos salimos en grupo, aunque como siempre mi hermano se adelanto un poco con Naho, parecían hablar de un tema importante, pensé que lo mejor sería ir yendo a casa junto a los tres restantes.

—Hay una gran diferencia a cuando estamos nosotros y a cuando falta Suwa, eh...— dijo Azusa colocando sus brazos por encima de su cabeza, mientras los cruzaba para estirarse.

—Si... es bastante notorio.— añadí inocentemente. Azusa y el resto me miraron con una expresión burlona.

—¿Que pasa?— pregunté.

—Pasa querida amiga, que sospechamos algo sobre ti y nuestro querido Suwa Hiroto-kun.— contestó Azusa, haciéndome poner mala cara ante sus suposición.

—¿De que hablas?

—No te hagas la tonta Miaka.— añadió Takako.

—Os vimos. Os separasteis del grupo.— confesó Hagita.

—Llegasteis los dos empapados a pesar de que Suwa tenía paraguas.— añadió Azusa.

—Y por último ese extraño ambiente que teníais ambos al salir de la cafetería.— concluyó Takako.