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No podía dejar de pensar en los labios de Adam junto a los míos

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No podía dejar de pensar en los labios de Adam junto a los míos.
Ahora sabía, que el también sentía algo por mi.

¿Pero acaso es suficiente para que el deje todo por mi?
Era algo improbable que Adam deje sus sueños y todo por lo que ha luchado.
Debía recomponerme.
Tanto mis padres, como lucas no tardarían en darse cuenta de que algo me sucede.
Soy muy transparente con mi estado de ánimo, cuando estoy muy triste ellos lo notan.

Al terminar la Parrilada Familiar fuimos hacia la casa de mis padres a descansar un poco antes de nuestro viaje a casa.
Despedí a Adam con un abrazo. En sus ojos podía ver el arrepiento y la pena por lo que había sucedido.
El se encontraba tan mal como yo.

Al llegar a mi vieja habitación Lucas comenzó a besarme, luego me sacó la blusa y se recostó en mi cama, quitándose la ropa con rapidez.

—Yo... No estoy con ánimos Lucas, lo siento—admití, mirándolo a los ojos, esperando su reacción.

—¿Qué pasa contigo Julia? Actúas raro.

—Nada, solo estoy cansada. Quiero dormir.

El negó con la cabeza y se giró para darme la espalda y dormirse.

Esa noche no pude conciliar el sueño. Me sentía fatal y culpable.

Cuando nos levantamos preparamos todo para volver a casa.
Estábamos en la cocina tomando un café cuando mi madre apareció, parecía que venía de la casa de Adam.

—Juan no se siente bien hoy. Lo han llevado al hospital.

—¿Qué? ¿Por qué no me has dicho antes mamá?

Tomé las llaves de mi coche y mi bolso.

—Julia yo debo volver al trabajo—anunció Lucas, mostrándose desinteresado.

—Pues yo iré a ver a Juan. Tu puedes hacer lo que quieras.

Me subí al coche y manejé hasta el hospital.

Al entrar a la sala, me encontré a Adam en un banco con su rostro entre sus manos. Se veía terrible y muy triste.

—Adam, ¿Qué ha pasado?

—Julia, estas aquí—Corrió hacia mi y me abrazó con fuerza—mi padre no está bien Jul, parece que la quimio no está funcionando y el cáncer ha progresado, si el tratamiento no surge efecto, podría morir pronto—anunció, y las lágrimas no tardaron en caer por sus mejillas. Lo abracé con fuerza, intentando, en vano, contener mis lágrimas.

—El estará bien. Tranquilo—lo abracé más fuerte.

En ese momento Sara salió de la habitación.

—Está despierto—dijo, y fué  a abrazar a su hijo.

Yo me tomé el atrevimiento de entrar a saludar a Juan. Es como mi segundo padre, quería verle.

Al verme entrar, el me dedicó una débil sonrisa. Se veía cansado.

—Hola hija. Que lindo verte.

—Hola Juan ¿Como te sientes?

—He estado mejor—bromeó.

A Juan Martínez nunca se la escapa la oportunidad de hacer una broma.
Adoro a este hombre.

Tomé su mano y me senté a su lado.

—Hija, quiero hablar contigo.

—Dime.

—Creo que mi tiempo aquí se acaba y no quiero dejar de hacerte saber lo importante que eres para nosotros. Eres como una hija para mi. Espero que esta maldita enfermedad, me permita acompañarte en tu boda y estar aquí mientras Adam este en Buenos Aires. El te ama Julia, y se que tu a el. No lo dejes ir nuevamente. Sara lo necesitará, y su lugar está junto a ti, no en Madrid.

Las lágrimas caían sin cesar de mis ojos por sus palabras.
No podía aceptar que el se esté despidiendo de mi.

—Es complicado Juan. Pero te prometo que cuidaré de ellos si hace falta. Pero no será necesario porque tu estarás bien, ya verás—intenté mostrarme optimista, a pesar de que por dentro me sentía devastada al verlo así.

En ese momento Adam entró a la habitación.

—¡Papá!—corrió hacia el y lo abrazó.

Salí de la habitación para dejarlos a solas,y me encontré a Sara en el pasillo.
Ella me abrazó y besó mi frente.

—El estará bien—dijo ella,  y me sorprendí al ver su fortaleza.
Es un mujer admirable.

—Esta noche nos quedaremos en el hospital. Quiero que lleves a Adam a casa y te quedes con el Julia. No quiero que este solo. Y no podemos quedarnos los dos aquí.

—Claro, yo estaré con el. No te preocupes.

Al llegar la tarde volvimos a casa de Adam.

El fué a darse una ducha y yo me puse a preparar la cena.

Cuando lo vi entrar al comedor con el cabello mojado mi corazón se sobresaltó. Quería acariciarle, quería besar sus labios.
Dirigí mi mirada a otro sitio, pero el se percató de mi incomodidad.

—Gracias Jul—dijo el, sonriendo. Por primera vez en el día lo veía sonreír.

—¿Estas bien?

—Estoy bien, tu presencia me hace sentir mejor. Gracias por quedarte conmigo. Se que lo que voy a pedirte no esta bien. Pero ¿dormirías conmigo? Como en los viejos tiempos.

Cuando íbamos a la escuela secundaria me la pasaba en casa de Adam. Y siempre dormíamos juntos, abrazados conversábamos toda la noche.

—Claro, no hay problema. Será como en los viejos tiempos—mentí.

Nada podría ser como en los viejos tiempos.
Somos adultos ahora.
Y mis sentimientos por Adam son más fuertes que nunca.

Al terminar de cenar, me di una ducha y fui hacia la habitación.
Adam recitaba una plegaria.
Me acerqué por detrás y lo abracé, dejando que su perfume invada mis fosas nasales. El tomó mis brazos, aumentando la intensidad de mi abrazo y permanecimos así un momento.

El tiempo se detenía cuando estaba con el.

Luego lo besé en la mejilla y me metí en la cama.
El, que ya estaba en pijama, al igual que yo, se recostó junto a mi.
Apoyó su cabeza en mi estómago y permaneció allí en silencio.
Comencé a acariciar su cabello dulcemente.
Mi pulso comenzó a acelerarse ante su cercanía.

Espero que el no lo haya notado.

De pronto giró su rostro y clavó sus ojos en los míos.

—Eres tan hermosa ¿cómo pude dejarte?

Comenzó a acariciar mi barriga suavemente con la punta de sus dedos. Cerré los ojos de inmediato para disfrutar de su tacto.
El comenzó a recorrer mi cuerpo con sus caricias.
Aún teniendo mi pijama puesto su tacto me hacía estremecer.
Podía sentir como respiraba con dificultad,pero no dejaba de tocarme.

Fué mágico, el apenas me tocaba y me sentía completamente excitada, fue uno de los momentos más especiales que he vivido.
Finalmente dió un largo suspiro y se recostó nuevamente, esta vez sobre mi pecho y se quedó dormido.
Con mi corazón a punto de salir de mi cuerpo, me dormí también, junto a él. Como en los viejos tiempos.

Espero que les haya gustado.
Muchas gracias por leer 😍 espero que les guste tanto como a mi. Hasta el próximo capítulo ❤

Votos De Amor © (Terminada, En Edición)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora