(GIRL)FRIEND ||Spencer Reid||

8:Noche de estrellas pt.2

-Hola- el castaño sonrió
-Hola- la rubia lloraba
-No, por favor, no lo hagas- se acercó a ella y la abrazo, pero eso no impidió que dejase de llorar, al contrario los sollozos se hicieron más fuertes, la chica con las pocas fuerzas que le quedaban lo abrazaba, lo pegaba hacía ella como un niño no deja que alguien le arrebate su juguete favorito.
Spencer pasaba su mano por los finos cabellos de oro de la chica, la ayudo a sentarse en el sillón, pero ella no se separo de él, no quería hacerlo.

-¿Qué haces aquí?- dijo recobrando la calma
-Te perdí hace 10 años, no lo volveré hacer
-Me veo del asco Spencer, lloré toda la noche
-Para mi eres la chica más bella del mundo, no me importa como luzcas- limpio sus mejillas con las llemas de sus dedos, tomo su mentón y la beso.
Con movimientos torpes intento despojarla de su ropa, la chica le ayudaba. Lentamente dejaron el sillón para subir a la habitación de arriba, delicadamente descendieron a la cama. Spencer tocaba con delicadeza el cabello de Emma

-Te amo Emma Larsson - le susurro al oído
-Te amo Spencer Reid- se besaron y ella lo atrajo más hacía si

La ropa ya no era un impedimento para ellos, vaya que es estorbosa para sentirse. Quedaban solo sus cuerpos desnudos frente a frente, el genio estaba nervioso-claro estaba- no le dieron importancia y poco a poco ese sentimiento se perdía entre el amor y pasión que en la habitación se llevaba acabo.

El tacto de las manos de Emma sobre la espalda de Spencer le hacían perder los estribos, la razón y cordura, lo dejaban llevarse a la deriva de los sentimientos y eso era bueno.
Esa noche se entregaron el uno al otro sin importarles protocolos, ni lo que la gente pensará sobre ellos.

Spencer amaba todo de ella. Ese cabello rubio con el que había soñado por años. Esos ojos cafés que estaban llenos de esperanzas y sueños. Esa sonrisa que sin importar cual dura sea la situación siempre radiaba luz para ofrecer consuelo. Emma Larsson era un ángel en persona, no tenía complejos ni seguía estereotipos, Emma era como Emma quería ser y eso a Spencer le gustaba.
Le gustaba el hecho de que  otras chicas usaban lentillas pero su Emma usaba sus lentes de armazón.
Le gustaba el hecho que siempre en Hallowen las demás lucían trajes que salían a popularidad, pero su Emma siempre optaba por leyendas tradicionales de cualquier país. Amo esa noche del 31 de octubre en el que lo convenció de vestirse con ella e ir de Catrin y Catrina a una fiesta que se organizaba en el colegio. Él nunca fue de fiestas, pero por ella hacia lo que fuera y lo que pidiera.
La amaba. La amaba sin peros ni condiciones.

Emma amaba al Spencer callado y tímido. Al Spencer que -solo a ella- le dejaba ver su lado divertido.
Amaba esa sonrisa completa que mostraba cuando algo le agradaba. También esa media sonrisa de incomodidad.
Esa manera de hacer ademanes con sus manos cuando exponía algo.
Amaba con locura cuando el chico relamia su labio, le encantaba.
Amaba como su cabello mostraba sus delicados rizos desaliñados que el tanto intentaba esconder.
Amaba su forma de desviar la vista cuando algo le ponía mal. Como alzaba y bajaba la vista.
Su manera de vestir era tan elegante que a ella la mente le volaba.
La manera en que daba sus datos importantes y estadísticas las amaba.
Amaba su cara cuando pensaba en algo.
Amaba su forma de leer.
Lo amaba. Lo ama.

Rendidos cayeron sobre la cama abrazados y dispuestos a dormir lo que sobraba de la noche, consientes de que tenían a la persona que más amaban a un lado de ellos.

El cielo amanecía, la luz del sol empezaba a iluminar las largas habitaciones de esa casa donde en la planta de arriba dormía sin preocupaciones una chica. Se levanto y no vio a nadie a su lado, asustada y triste de que todo fuera solo un sueño. El olor de café la distrajo de sus pensamientos tristes, tomo una playera que le cubriera, bajo en pantunflas a la gran cocina y la imagen perfecta estaba frente a ella.
Un chico castaño solo en bóxer preparando café en su cocina.

-Buenos días- sonrió sin moverse de el umbral
-Buenos días, floja- él se le acerco besando su frente
-Estas mojado, Spencer
-Se le llama bañarse, deberías hacerlo y luego bajas a desayunar
-De acuerdo- el chico volvió a prestar su atención a la cafetera. Ella cuidadosamente se le acerco y lo abrazo por otras- Te amo
-Yo también te amo- depositó un beso en su mano.

Con paso lento se dirigió a la bañera de su cuarto, notando ahí la ropa del castaño. La tomo entre sus manos y la acerco a su rostro. Su perfume estaba presente en sus prendas, cuanto amaba ese perfume.
Bajo vestida con su típico pantalón Levis con una playera roja que hacía relucir su dorada cabellera.

-No puedes quedarte así, no tienes ropa- lo miro
-¿Porqué no?
-Ponte esto- le tendió una muda de ropa
-¿Cómo es que tienes esto?
-Un primo se quedo hace unos días aquí conmigo y olvido esto, es nuevo no te preocupes- lo lanzo hacía las escaleras para se pusiera ropa mientras ella ponía la mesa

-¡Es de mi talla!- Gritó desde arriba. Claro que lo era, de hecho la ropa era para él, la compro una vez que vago por el centro comercial. Él bajo con un suéter color crema, una camisa debajo, un pantalón -curiosamente- Levis y las características converse.

-¿Cómo es que tu primo y yo tengamos la misma talla?
-No lo se- mentirosa- vamos a desayunar.

Su desayuno fue tranquilo, un segundo antes de depositar los trastos en el fregadero el timbre sonó.

-¿Quién es a esta hora?- la chica dejo los platos y fue s abrir la gran puerta blanca- ¿Qué hacen aquí?
-Vaya forma de recibirnos- entro Morgan con todo el equipo a la casa dejando a Emma atontada
-Queríamos ver como se la han pasado par de cerebritos- Garcia se sentó en un sillón
-Por los visto les fue muy bien- Emily tomo la camisa blanca que estaba en el suelo de el recibidor
-¿Ya lo estrenaste?- Morgan se burló
-No es de nadie- Emma intentó recoger las prendas que estaban en el suelo
-Vale, no digas lo que ya es obvio. Que bueno que no traje a Henry- JJ veía la casa
-Esto es muy grande para ti sola- Hotch inspeccionaba la casa
-Ya ni yo vivo en una casa así- Rossi también la veía, todos sus retoques y cuadros
-No, tú vives en una más grande- Morgan choco los puños con Emily
-Eso es relevantemente cierto- Rossi lo admitió
-¿Quién es Emma?- salio Spencer de la cocina- Oh no
-Oh sí ,niño bonito- Morgan fue a abrazarlo por los hombros y alborotar su cabello
-¿Qué hacen aquí?- estaba nervioso ante la respuesta que diera Hotch
-Yo, en particular, quería ver si ya eran novios- Hotch respondió sin apresuro
-Ahh...- Spencer balbuceaba- nosotros... Hotch...
-Spencer, Emma. No me molesta que salgan, al contrario me alegra- esta sonriendo y eso a los dos chicos desconcertaba- ¡Ya era hora de que tuvieras novia! Ahora a comer que muero de hambre
-¿Tienes parrilla? Obvio que tienes parrilla- Garcia estaba feliz
-Morgan la vas a ayudar, esta en la habitación de arriba- Emma estaba tomada de la mano con Spencer
-Ya voy, enana- Morgan subió
-Tu casa esta muy chula- JJ estaba admirando el jardín
-Ya pueden traer a Henry y a Jack- Esta vez hablo Spencer
-Les llamare a las niñeras- Hotch salió
-¿Tienes algo de vino?- Rossi saco al italiano dentro
-Claro que si, uno añejo de 1840
-Esto estará bueno- Rossi de llevó la botella al jardín
-No sabia que coleccionabas vino- Spencer vio su gran almacén de vino
-No nos vemos desde hace años, Spencer- lo abrazo por el cuello
-Estoy emocionado de encontrar tus secretos de estos cuatro años- la beso
-Que asco chicos- Emily salio al jardín con los demás
-¡Ya tenemos la parrilla!- Garcia también salio
-¡Carne a la parrilla en casa Larsson! Esto estará bueno- Morgan también se fue

Los genios estaban asombrados ante esas acciones de los miembros del grupo. Tocaron la puerta y Hotch junto con JJ salieron corriendo

-¡Henry!- Un niño menor de 7 años salto a los brazos de su madre
-¡Mamá!
-¡Jack!- Hotch tomo a su hijo
-¡Papá!- se abrazaron
-Ella es la tía Emma- Hotch la presento ante los niños
-Hola, soy Emma Larsson
-Yo soy Henry
-Y yo soy Jack
-Es la novia de Spence- ahora les hablo JJ
-¡El tío Spencer tiene novia!- Henry se veía emocionado y corrió hacia el castaño
-No lo se preguntsle a ella- le dijo a Henry mientras lo cargaba
-Es la primera vez que no sabes algo, ¿Eres la novia del tío Spencer?
-Sí- sonrió con ternura
-¡El tío Derek esta haciendo una parrillada en el jardín!- JJ estaba emocionaba y se los llevo al jardín

-¿Somos novios?- Spencer la miro
-Sólo si tu lo dices doctor- se unió con ella en un abrazo
-Te amo, Larsson
-Te amo, Reid

Se besaron y salieron al jardín con el resto del equipo tomados de la mano.