Capítulo 28

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No quería creer que aquello estaba sucediendo, me insistía que todo era una pesadilla que pronto acabaría. Con mis ojos ya adecuados a la oscuridad del cuarto, inspeccione mejor mi alrededor, llamando mi atención un polvillo que se sentía en el piso y en la piel de Rubén, me levanté un momento y pude ver en su totalidad de que se trataba, en su escritorio estaba esparcido el polvo de color blanco, un montón trazado en líneas ya incompletas, él se estaba drogando.

Mis lágrimas caían sobre su rostro, ya que tenía su cabeza envuelta en mis brazos. Su piel estaba seca, sus labios partidos sangraban, como su nariz que estaba inflamada y almacenaba sangre acumulada mezclada con aquel polvo blanco, cocaína supongo. Tome mi celular de la chaqueta que me habia puesto antes de salir de mi habitación, le marque a Mangel insistentemente tres veces a su celular, a la cuarta llamaba al fin me contesto, no podia hablar, estaba totalmente en shock, las lágrimas y el nudo en mi garganta existente no me dejaban ni respirar, en un tono inaudible solo pude decir. 

-Ven, por favor-. 

Sólo eso basto y mi amigo comprendió el mensaje, corto la llamada para salir, supongo directo a su piso. Le tomaron unos minutos en llegar al lugar, minutos en los cuales yo le limpiaba el rostro a Rubén y le hablaba, suplicando por qué abriera las ojos y me sonriera, pero no sucedía. Verlo en ese estado me rompió en mil pedazos, verlo de tal modo, que como fan, jamás llegaríamos a pensar. 

Los golpes insistentes en la puerta me sobresaltaron, me levanté y corrí como pude los muebles y cosas que la bloqueaban, dándole pasó a que Mangel entrara seguido de Sofía, ambos me miraron asustados al darse cuenta que no respondía, a penas respiraba.

-¡Sofía, llama a una ambulancia, rápido!- gritó Mangel mientras le buscaba los signos vitales a Rubén.

Yo no tenía palabras, retrocedí en la habitación hasta llegar a una pared, donde baje lentamente hasta sentarme en el suelo mirando aquella escena. Mangel lo notó y se acerco hasta mí, tomandome de los hombros.

-Carol, se que esto es muy fuerte, pero necesito tu ayuda, hay que mover a Rubén del suelo y no puedo hacerlo solo, por favor, necesito que seas fuerte, ¿Vale?-.

Sólo asentí con la cabeza y me acerqué de cuclillas al lado de Rubén. Mangel pensaba en levantarlo, pero en aquel estado su cuerpo pesaba mucho más de lo normal y su gran estatura nos dificultaba aún más la acción. Lo acomodamos para intentar levantarlo desde el torso, poniendo sus brazos sobre este para no hacerle daño, pero al tomarlo de la muñeca sentí la tela húmeda, lo que llamó mi atención y descubrí su brazo para encontrarnos con algo peor, Rubén había intentado suicidarse.

Mangel revisó el otro brazo y estaba en las mismas condiciones. Debíamos llevar a Rubius a un hospital ahora.

-La ambulancia viene en camino- entró diciendo muy alto Sofía.

-Sofia, necesito que vayas a buscar a John, debería estar en mi departamento, lo necesitamos aquí- dije a penas había acabado.

Ella asintió y salió corriendo hacia la entrada, pude notar que estaba llorando. Llegó John a nuestro lado, yo al verlo me di la vuelta, no quería verlo a los ojos con esa mirada de "tranquila, todo lo bien", no, era lo que menos necesitaba en ese momento, palabras bonitas para hacer más amena la situación.

Los chicos movieron a Rubén al living, quedándonos ahí en silencio hasta que llegaron los paramedicos, quienes lo subieron a una camilla y lo bajaron por el ascensor hasta la ambulancia, uno de ellos se quedó pidiendo los datos de Rubius, muy deprisa, tenía todo y se marchaba, cuando se dio la vuelta otra vez.

-Uno de ustedes tienen que venir si o si conmigo, pero por si lo desean, también una segunda persona, quienes sean bajen inmediatamente conmigo-.

El vecino de al lado (elrubiusOMG)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant