Capítulo 10 Plan

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Recordé muy fácil el camino de vuelta, dejamos el carro en una esquina antes de llegar a casa de Zonek, al llegar a casa, vi a mi hermano viendo las armas, estaba en la mesa, cuando el me miro no dudo en preguntarme.

-¿Quién es ella? – se acercó a mi algo consternado.

-Es una amiga de la escuela-

-¿Y trajiste a tu amiga para jugar?- su tono de voz se escuchaba molesto.

-No seas tonto, tuve que traerla- le reprimí.

-¿Sabes lo peligroso que es traerla?- se notaba más molesto –Además, ¿Por qué te fuiste? Sabes muy bien que por ahora no debemos salir y mucho menos a la ciudad-

-¡Quise saber más información!- yo igual me estaba molestando –y ahora la sé, no debemos confiar en los policías, los hombres del tipo flaco trabajan allí, y justo cuando lo descubrí ella estaba conmigo, no tuve de otra más que traerla- lo mire enojada.

-ch...chicos... no se preocupen por mi... puedo irme... - Dijo Sari algo nerviosa.

-¡Tú te quedas!- le respondimos al unísono mi hermano y yo.

Nos quedamos mirando por un momento y luego tuvimos que hablar con ella, no podía estar con nosotros pero tampoco podía irse, si se iba lo más probable era que la matarían. Le explique a Sari un poco de la situación y decidió estar con nosotros. Diciendo que de alguna forma nos ayudaría ya que le parecía interesante, claro dos chicas que estudian criminología ¿Cómo no iba a quedarse? En fin, esperamos a Zonek para hacer un plan. El llego algo tarde, aun no oscurecía pero estaba a punto.

-¿Sari, que haces aquí?- pregunto Zonek, me acerque y le conté lo que paso.

Después de un momento era hora de hacer un plan para deshacernos de ese hombre, lo primero que haríamos seria provocarlo, yo y mi hermano volveríamos a la ciudad para deshacernos de unos cuantos de sus hombres, así no tendrá ventaja numérica, mientras que Sari y Zonek quemarían la casa en la que nos tuvieron encerrados, les dimos a ellos un arma a cada quien para defenderse, ellos se fueron en la camioneta de Zonek y nosotros en el auto robado.

Al llegar a la ciudad mi hermano y yo nos bajamos del auto y por calles solitarias nos dirigimos hacia donde estaban haciendo negocios esos hombres, Aurus sabe muy bien donde están, así que solo tuve que seguirlo. Llegamos a un restaurante algo chico, mi hermano se asomó por la ventana e identifico a 4 de los hombres. No podíamos entrar a matar a diestra y siniestra, nosotros no somos lo hacemos de esa manera, así que entramos, tomamos asiento y ordenamos dos aguas, los hombres nos reconocieron pero tampoco harían escándalo, cuando nos dieron el agua pagamos y salimos, sabíamos que nos seguirían y exactamente así paso. Los esperábamos a lado de aquel restaurante por un rato cuando salieron y nos vieron empezamos a correr, ellos nos siguieron rápidamente. Al encontrar un lugar donde no había personas, lo cual era una cancha de fútbol baldía, nos detuvimos y les dimos frente.

Aurus soltó la armas, al hacerlo ellos entendieron el mensaje, yo igual lo hice, nos quedamos a solo puños o al menos eso es lo que ellos creen, tiraron sus armas de igual manera, en ese momento mi hermano y yo sacamos y arrojamos al mismo tiempo los cuchillos de mamá, yo acertando en el cuello y Aurus en la boca del estómago. Rápidamente nos dirigimos hacia ellos antes de que recogieran sus armas los dos restantes. Inicie la pelea con un golpe en la cara y mi hermano en el abdomen, comenzamos a pelear, los tipos no tenían oportunidad, se defendían cubriéndose y retrocediendo, solo unos cuantos golpes intentaban pero no lograban golpearnos, mi hermano y yo hacíamos casi los mismos movimientos, rápido notamos eso, y el golpe final era con el codo hacia la garganta, un ahogo para ellos garantizado.

Al terminar nos miramos y sonreímos, estoy segura que el recordó a papá al igual que yo. Pero nos confiamos demasiado, sin pasar diez segundos llegaron más hombres, como si hubieran pedido refuerzos, dos carros con cinco hombres cada uno; rápidamente Arurus y yo tomamos nuestras armas y nos escondimos antes de que ellos se dieran cuenta de que aun estábamos allí. Los tipos llegaron a donde estaban los cuerpos de sus aliados.

-A la cuenta de tres- me dijo mi hermano. -1..........2............ ¡3!-

Comenzamos a disparar, nuestra puntería nunca se iba, rápidamente los primeros dos disparos acerté al igual que Aurus. Los demás hombres se pusieron a cubierto, nosotros nos movíamos rápidamente de lugar, Aurus a la izquierda y yo derecha, así abarcaríamos más espacio y mejores ángulos. Después de recargar 4 veces dejamos de escuchar disparos, al parecer matamos a todos, nos cercioramos de eso, y efectivamente estaban muertos.

-lo logramos- dijo Aurus y me miro. Le sonreí, estaba contenta de estar con mi hermano. Pero no duro mucho, Aurus cayó a mis brazos.

-a...a.... ¡AURUS!- lo sostuve suavemente – no, no, no otra vez-

-tranquila hermanita... no es la primera vez que me disparan, ayúdame a llegar a uno de esos carros- sentí como se apoyaba de mí y empezamos a caminar.

-vamos- le dije en camino a los carros, al parecer le dieron por debajo del pulmón, tenemos que irnos rápido de aquí.

DAUGHTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora