Capítulo 19

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"La llave maestra de mi castillo."

Los segundos se convirtieron en minutos, a su vez en horas y por último surgieron los días. Todo me resultaba cada vez mas difícil de procesar, las suposiciones me estaban controlando y no había momento en el que no sintiera una mirada sobre mi.

Algo no encajaba.

Había demasiada tranquilidad, como si todo se tratara en pasar una vida encerrada entre esas cuatro paredes. Los secuestradores dejaron sus visitas sorpresa, acumulando la tensión hasta hacerla cortante. El silencio nos acompañaba en cada momento y mis nervios querían explotar entre tanto misterio incompresible. 

Todo tras tener claro mi meta en esta entramada. 

Solo era una llave al mundo. Me escondían para usarme de moneda de cambio. Después de todo, cada persona tiene un precio, ¿no? 

Sin embargo, sigo sin comprender la necesidad del chico que duerme abrazado a mi en esta mullida cama. Él es un simple universitario con beca, bastante atractivo a decir verdad, pero sin una vida destacada. Su familia no era como la mía, no era célebre, ni alguien con una destacada mentalidad. Solo era un típico estudiante de arquitectura.

Me iba a volver loca. Esto no tenía el mínimo sentido. Tanto escatimar en costes para secuestrarme en un aeropuerto desértico, con una decena de profesionales de seguridad para luego juntarme con, ¿un chico cualquiera? 

- ¿Puedes dejar de golpear la almohada? Quiero dormir de una vez y escapar de esta mierda. - Mi querido amigo tenía muy mal despertar y mas si se trataba en un lugar sin escapatoria.

- Sí, lo siento.- contesté girándome hacia él.- Oye, ¿tú alguna vez has ganado algún premio o algo?

- Sí, varios. ¿Por qué lo preguntas? 

Mierda. Podía ser cierto que... 

Un cuarto de hora después, ya estábamos los dos sentados en la cama. callados a la espera de que alguien fuera capaz de negar lo que parecía cierto.

- Entonces, - comenzó él a decir- ¿somos dos marionetas para nuestros secuestradores?

- Más o menos. Yo soy una simple llave para entrar a los piso altos del castillo, y tú eres la llave maestra que descodifica todo.

- Que sea un pequeño genio de informática y la visión espacial no me hace una llave.- sonrió arrogante.- Deberías de no darle mas vueltas a esa cabecita tuya, un día va a explotar.

- No me seas crió, estúpido. Esto cambia todo. No es ni una trata de seres humanos, solo somos conejillos de indias para algo bastante grande. No quiero ni pensar que puede ser, joder.

La muerte cada vez daba menos miedo si lo comparábamos con las consecuencias que podía suponer cada uno de los maléficos planes que venían a mi cabeza. Una tercera guerra mundial, a estas alturas de globalización sería una catástrofe sin precedentes. Un apocalipsis epidemial, con la medicina restringida y el poder en manos de unos pocos psicópatas. 

Jamás me considere alguien con una mentalidad aristocrática o burguesa, a pesar de mis bases familiares, sin embargo, una anarquía no tendría tanta diferencia con una dictadura.

- ¡Para! Mírame un momento.- habló mi amigo sujetándome fuertemente los huesos de mi mandíbula castañeante. 

No podía parar de pensar, de culpabilizarme por lo que podría ser el inicio del final del mundo, pero al mirar sus ojos negros conseguí dejar todo atrás y perderme en ellos. 

"No puedes dejar caer tu corazón en él. No puedes confiar. La confianza es debilidad."

No. La confianza es una virtud en los demás. Él no me haría nada. Absolutamente nada. 

"Ya estas cayendo. El abismo cada vez se hará mas profundo a tu alrededor hasta que te sea imposible salir."

¡Cállate! Eres una mentirosa. Siempre podré salir. Soy fuerte y valiente, podré con todo. Conseguiré sacarnos a los dos de este martirio.

- ¡QUIETA!- volvió a gritar mi amigo, esta vez mucho mas fuerte, haciendo resonar el eco de su voz entre los oscuros muros de nuestra cárcel. - ¿Estas bien? Debes descansar. No sé que es lo que hay dentro de esa cabecita tuya pero no te dejaré ir, ¿vale?

La dulzura de su voz me sonó lejana, a mil metros de distancia, pero a la vez tan cercana que casi podía sentirla entre mis dedos. Todo a mi alrededor giraba sin control, mareándome hasta hacerme perder la consciencia entre sus brazos. 

Mierda, puede que a veces la locura tenga razón. 

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¡Hola a todos! Sé que he estado desaparecida pero es lo que tiene la vida de estudiante por desgracia. Sin embargo estoy realmente feliz por ver que esta historia se mantiene sobre los puestos 100 de ficción general. (Es que ni me lo creo cada vez que lo veo).

Bueno a partir de ahora la historia irá mucho más rápida y eso que he cambiado casi la mitad de la trama que tenía pensada.

Por otro lado quiero felicitar a todas por el Día de la Escritora, el cual he conocido hace apenas unas horas, pero que me encanta ver que todo el trabajo para la igualdad va avanzando.

Además quiero decir que el pasado lunes se hicieron tres años que llevo aquí en Wattpad y que todavía ni me creo pero bueno. Como siempre estáis bienvenidos a pasaros por mis otras historias y a recomendarme las vuestras (siempre que no sea en comentarios de mis historias por favor).

Millones de besos y gracias.

Eleni. 

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