--Si te doy más queso; dejas de hablar?.--Dijo el rubio y le dio una caja entera de su queso favorito.

--Hey!, no te enojes; si?, de todas maneras tu te lo ganaste ahora debes saber que hacer.--Dijo.

--Tengo que recompensar a Marinette siendo Adrien; mañana tal vez no quiera ni verme después de lo que paso... necesito que ambos volvamos a ser amigos y olvidemos lo que paso... solo así puede que ella me perdone cuando le revele mi identidad.--Mencionó el chico.

--De acuerdo; si así lo dices.--Dijo el pequeño gato llevándose su queso a la boca.

--Agh!, sabes que odio ese queso; iré a darme una ducha.--Mencionó; posteriormente se paró y se metió a la regadera.

Una vez que salio se dirigió a cambiarse; después bajo las escaleras hacia el comedor para posteriormente salir de su casa.

--A donde vas tan noche, Adrien?.--Pregunto Gabriel haciendo que su hijo se asustará.

--Sólo iré a pasear un rato padre.---Mencionó.

--Qué tal te fue en la sesión de fotos?.--Pregunto Gabriel interesado.

--Pues bien, ¿Por qué quisiste que me besara con ella?!.--Exclamó el rubio algo molesto.

--No vuelvas a levantarme la voz así, Adrien; no entiendo en que te molesta, me dijiste que no tenias novia.--Mencionó.

--Si tengo novia!!.--Exclamó aún molesto.

--¿De que estas hablando Adrien?, ¿Quien es?.--Pregunto su padre.

--Marinette, ella es mi novia y es la única chica que me trae loco, ahora me verá en revistas y basándome con Tania!.--Exclamó el.--Sabes algo, no pienso hablar mas de esto contigo.

Sin dejar hablar a su padre, Adrien salió de su casa molesto; por una parte era su culpa por no haberle dicho a su padre acerca de la relación que tenia con la azabache; los problemas eran cada vez más para el rubio.
Camino y camino sin rumbo a donde a ir; hasta que llegó al parque, se sentó en una banca y miró hacia las estrellas, quería arreglar las cosas de alguna manera.

Mientras tanto la azabache se encontraba en su habitación, observando por la ventana las estrellas y la brillante luna llena que se alumbraba todo París.
Se arrepentía una y otra vez de haberse enamorado de Adrien pues ella siempre lo considero un gran amigo y jamas creyó que el chico fuera capaz de jugar con sus sentimientos.
Bajo las escaleras y se dirigió ala comedor donde se encontraba su mejor amigo, Stephan.

--Hola Mari, me alegra que hayas bajado; ¿Está todo bien?, desde la tarde no has querido bajar de tu habitación sólo para comer.--Pregunto el chico mirándola.

--Claro, estoy bien; no me pasa nada.--Dijo tratando de sonar lo más convincente.

--Está bien, sabes que cualquier cosa estoy aquí para apoyarte.--Dijo.

--Gracias Stephan.--Dijo ella mirándola, minutos después su madre llegó a la cocina.

--Cariño, podrías ir a la tienda y traer más arina; hay un pedido que debo hacer y me hace falta más arina, se que es tarde pero podrías pedirle a Stephan que te acompañe si no quieres ir sola.--Mencionó la señora Dupain-Cheng.

El Comienzo De Un Nuevo Amor. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora