Son sus ojos verdes los que me atormentan

James

                  

Estaba cogiendo los libros de mi taquilla enfadada por la pelea que había tenido con Megan, cuando alguien la cierra de golpe.

–Maldito casi me cortas el brazo–graznó enfadada.

–vaya, yo esperaba algo como hola James ¿qué tal estas? O un abrazo de esos que das tú.

Esa voz.... Esa voz... Solo podía ser de él.

–Scott–grito abalanzándome sobre el mientras las miradas de chicas celosas iban hacia mi presencia.

Lo sé chicas, James está buenísimo, pero es solo mío.

El olor a la colonia de James inunda mis fosas nasales con lo que me entran ganas de suspirar, tanto tiempo sin oler esa colonia no es bueno....

James era mi mejor amigo de pequeña, siempre gastábamos bromas a nuestros padres. Él es como un hermano para mí.

Recuerdo que una vez le pegamos a mama el cepillo de dientes en el lavabo y mama se tiró horas intentando quitarlo.

Era para hacerle una foto a su cara y subirla a internet para que todo el mundo contemplase a una madre muy enfadada. Lo peor (para mí lo mejor) fue que tenía una reunión muy importante y le habíamos hecho comerse un polo azul, lo que hizo que su lengua, labios y parte de sus dientes estuvieran azules.

Eso sí luego estuve un mes castigada al igual que James.

Ups

— ¿tú no estabas en....?–le tapo la boca antes de que pueda seguir y susurro:

–si pero nos hemos ido, ya que queremos ir a la universidad que iba mama, y está más cerca de aquí–mentí.

James me mira extrañado y yo sonrío nerviosa.

Que mal mientes

Me das dolor de cabeza ¿lo sabes?

James abre la boca para hablar pero gracias a dios Megan me salva de tener que volver a mentirle.

–Kaceeeey –grita por el pasillo sin vergüenza mientras viene corriendo.

– ¿qué? –digo enfadada cuando la tengo justo delante.

Aún sigo enfadada por la pelea que he tenido con Megan:

Hoy mientras venía al instinto, le he contado a Megan lo que pasó ayer por la noche, la noche en la que ella estuvo en casa de una "amiga" suya.

Ella me ha dicho que estoy loca, pero es cierto ayer vi a alguien en casa como el día en que cumplí mis 10 años.

Ella ha vuelto a negar lo que decía y a decir que es mentira.

Yo para demostrarle que no era mentira le he enseñado la cicatriz que me hice en el hombro a los 10 años cuando el me empujó hacia la ventana.

Y ella ha vuelto a decir que era mentira y que eso me lo hice un día que me caí de la bici y bueno al final hemos acaba en gritos como siempre....

–James y Jake.... están.... aquí...–intenta formar la frase mientras empieza a respirar.

–Oh no me digas... yo pensaba que tenía a un pingüino delante–digo irónica

Megan me mira extrañada y luego mira a James el cual sonríe y ella se tira contra la taquilla exhausta.

–Deja tu maldito sarcasmo para luego Kacey, ahora no me apetece hablar de estupideces–dice mirando hacia atrás por dónde viene Jake.

Jake es el hermano de James, ellos son mellizos y se suelen llevar bien.

–Lo dejare cuando tú dejes de decir estupideces–digo pasando por delante de ella con paso de elefante para que se note que estoy enfadada con ella.

Muy enfadada.

–Hola Kacey–me dice Jake y yo le abrazó.

–Menos mal que habéis venido, no quería pasar un segundo más con esa loca a solas–digo y él sonríe con ternura.

Jake tiene el pelo peinado al contrario que James los dos tienen el pelo castaño y los ojos verdes.

Los labios de James son carnosos mientras que los de Jake son finos y rosados.

Hoy James va vestido con una chupa de cuero negra, unos vaqueros apretados los cuales le quedan de maravilla y una camisa blanca también apretada la cual deja ver sus abdominales, mientras que Jake va con un jersey gris y unos vaqueros también algo apretados.

Sinceramente los dos son y están guapísimos.

Y cuando digo guapísimos me quedo corta....

– ¿está enfadada? –le oigo preguntar a James y hago como si no estuviese escuchando.

La felicidad empieza a inundar mi cuerpo al darme cuenta de son ellos, de que realmente están aquí...

De que están a centímetros de mí y no ha kilómetros como antes.

Estoy tan feliz que:

Tengo hasta ganas de ponerme a llorar aquí mismo de la alegría, me doy la vuelta y corro hacia ellos para volver a abrazarles.

–Esto si es un abrazo de Kacey–susurra James en mi oído.–Te echábamos de menos Kacey–susurra Jake.

–Yo también pringados–digo sonriendo entre los pechos de estos dos chicos, que son muy importantes para mí.

Juro que no me volveré a separar de ellos.