Kacey, como no salgas de la ducha te pateare el culo

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El horrible sonido del despertador hizo que abriese los ojos, lo que provocó que mi cuerpo se enfadase al pensar que el verano había acabado y que el instituto volvería a ser mi pesadilla y no mi hermana enfadada porque no limpiaba mi habitación.

Pero creo que este año van a ser las dos cosas, las que me aterroricen.

Megan y yo vivimos en un pueblo llamado Greatstone, tenemos un apartamentucho con el dinero que fuimos ahorrando desde hace años. Mentira también le robamos dinero a Jareck.
Bueno realmente no le robamos le quitamos el dinero que mamá estaba ahorrando para que nosotras fuéramos a la universidad recalcó para que nosotras fuéramos a la universidad y no que él se lo gastase en un billar ni en reformar la casa.

Entonces nos cambiamos el apellido de Stone a Steel y nos fuimos de casa.

–Gandula levántate–me grita Megan.

Me estremezco en la cama al ver su ceño fruncido y un vaso de agua en su mano.

–si no te levantas te lo tirare y sabes que me atrevo–dice al ver que mi mirada esta fija en el vaso.

– ¿Y porque no eres una buena hermana y me lo traes para que pueda beber agua?–sonrío ante mi respuesta, aunque ella no pueda verla ya que mi manta vuelve a cubrir mi cara.

– ¿de verdad quieres que te lo lleve Kacey? – contesta.

Yo vuelvo a quitarme una parte de la manta para verla y veo que tiene el vaso de agua levantado con una sonrisa socarrona.

–creo que no hace falta, ahora me apetece leche–contesto quitándome la manta al fin.

Mis ojos siguen cerrados ya que temen a la luz del sol por las mañanas pero acabó abriéndolos y quedándome ciega como todas las mañanas que no son ni vacaciones ni fin de semana.

Pestañeo un par de veces para acostumbrarme a esta gran cantidad de luz.

–Mira que eres exagerada si está nublando, siempre está nublado–dice ella poniendo los ojos en blanco y al fin se va de mi dormitorio.

–un nublado cegador–susurro.

Me levanto de este horrible colchón, es muy incómodo, tendré que comprar uno nuevo y también tendré que buscar trabajo.

Hago una mueca de asco y voy hacia el armario arrastrando mis pies, para coger cualquier cosa.

Sinceramente no me importa lo que piensen de mí, como si llevo una falda y un vestido me da igual.

Ahora soló quiero dormiiiiiiir

Voy hacia la ducha, también arrastrando mis pies y con pensamientos nuevos:

Antes pensaba que el instituto era la carcel y ahora veo que me equivocaba y que soló tenía pensamientos de una niña pequeña:

¡¡EL INSTITUTO ES EL MISMÍSIMO INFIERNO !!!!

Mientras sigo a paso de zombie hacia el baño, oigo a Megan maldecir por algo que no me importa ya que lo más seguro es que este maldiciendo porque hay un bicho o porque no puede abrir el tapón de la leche.

Pongo los ojos en blanco al imaginarme a Megan maldiciendo sobre lo "duro" que está el tapón del cartucho de leche.

***

–sal de la maldita ducha, Kacey–grita y yo ruedo los ojos.

–ya estoy fuera de la ducha–digo.

Es cierto estoy en el baño, pero fuera de la ducha.

–Kacey no seas tonta y sal del baño antes de que te destroce el culo –grita
desesperada.

Me apoyó en la puerta.

Llevo lista los 5 minutos que Megan lleva quejándose pero me gusta fastidiarla y oírla maldecir.

–venga ya Megan si no eres ni capaz de matar a una avispa, ni aunque te pique –digo sonriendo.

–Agggg Kacey –Megan se apoya en la puerta y yo la abro lo que provoca que se tambalee un poco pero al momento recupera la compostura.

–Lista–digo mientras voy silbando hacia la cocina para tomar mi vaso de leche.

–por cierto el tapón de la leche esta durísimo no he podido quitarlo–me dice Megan y yo sonrío con picardía.

***

–Kacey– ya es la décima vez que Megan pronuncia mi nombre.

¡¡¡ES QUE NO SE ENTERA DE QUE ESTOY COMIENDO Y NO ME APETECE HABLAR CON NADIE CUANDO COMO Y MENOS DE SUS BOBADAS SOBRE LO "GUAY" QUE
ES IR AL INSTITUTO!!!!

–¡¡¡QUEEEEE!!! –le grito y ella se mueve en el sitio incomoda pero al momento frunce el ceño y me mira fijamente.

–date prisa Kacey no quiero llegar tarde–dice y yo pongo los ojos en blanco.

–Y yo quiero comer tranquila pero tengo a una pava al lado diciéndome bobadas sobre lo "divertido" que es ir al instituto–contraataco y me meto una cucharada de leche con cereales a la boca.

–eres insoportable a veces–dice ella

– ¿a veces? –recalcó

–siempre que es por la mañana–contesta.

Yo meto otra cucharada de leche con cereales a mi boca para no tener que seguir con esta conversación tan infantil.

– ¿por qué no te gusta ir al instituto? –pregunta y me sorprendo ante su pregunta.

Jamás pensé que alguien me fuese a preguntar eso.

–porque no soy un alíen y a las personas normales no les gusta ir al instituto–digo levantando la voz en las últimas palabras y ella rueda los ojos.

– ¿acabas de llamarme alíen?–dice y yo la miro con cara de ¿de verdad no te has enterado?

–Pero tendrás alguna razón–me dice ella.

Tiro el tazón de leche con cereales hacia delante.

–no quiero más me has quitado él hambre con tus charlas de "lo guay que es ir al instituto"–lo último lo digo con voz burlona mientras me pongo a saltar como Heidi y muevo las manos hacia arriba y hacia bajo como si fuera un pájaro.

Megan me mira anonadada después de haber mirado el tazón de leche

–pero si te lo has acabado todo

–por eso se me ha quitado él hambre. Venga vamos no querrás llegar tarde a tu primer día de instituto–digo volviendo a hacer como antes y Megan me mira con las cejas levantadas

–De verdad no vuelvas a hacer eso–dice y yo tomo nota mental de no volver a hacerlo

–tranquila no lo volveré a hacer

***

–Nuestro primer día de instituto que ilusión –dice Megan ilusionada.

–yo diría nuestro primer día de instituto o mejor dicho de cárcel que horror–la corrijo.

–de verdad Kacey no sé cómo no te puede gustar el primer día de instituto, y tampoco sé cómo logras mantener tu faceta de amargada todo el tiempo sin ponerte ni un poco nerviosa–dice y yo pongo los ojos en blanco ya que va a seguir con su gran discurso.

–el primer día de instituto es el mejor, conoces gente nueva, nuevos amigos, nuevos profes, a veces nuevas asignaturas. No sé cómo no puedes estar nerviosa ni tener miedo ¿y si no le caemos bien a la gente? ¿Y si nos odian? ¿Y si piensan que somos raritas? Tapo la boca de Megan y digo:

–Megan aquí la única que puede caer mal a alguien soy yo, no tengas miedo de empezar el instituto, lo más seguro es que le caigas bien a todos –le sonrió y le doy un pequeño abrazo para tranquilizarla y noto como su cuerpo tiembla y al momento se tranquiliza.

Son sus ojos verdes los que me atormentan Where stories live. Discover now