Capitulo 22

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Me sonrojé por su comentario. Él me dedicó una sonrisa tranquilizadora y me tomó de la mano para mostrarme mi asiento en el comedor.


- No soy un chef estrella – gritó desde la cocina

- Pero te confieso, con orgullo, que los ravioli con champiñones son mi especialidad.

- Más le vale no defraudarme, Chef Malik – bromeé cuando se sentó a mi lado tras haber servido la cena. Olía bastante bien.

- Ya verá que no. ¿Un poco de vino? – alcé mi copa y él sirvió una cantidad considerable de vino tinto

- Entonces, Señorita Gomez. ¿Cómo es que hasta ahora me entero que usted tiene una niña?

Sorbí de mi copa tratando de agarrar valor para contestar.

- Es... una historia larga... y complicada – me limité a decir.

- Pues en la nevera tengo todavía otro par de estas – dijo señalando la botella de vino

- Así que no creo que sea tan complicado de entender y, sobre el tiempo, pues... nos sobra – rió

- Pero bueno, primero, prueba la cena y dime qué opinas.

Alcé una ceja y él me hizo una señal con la cabeza para que tomara mi tenedor.

Degusté del ravioli con timidez y sentí cómo el sabor italiano se apoderaba de mis papilas gustativas. Creo que ni Nicole lo cocinaba de esta manera.

- ¡Dios! Está delicioso – dije metiendo un poco más de comida en mi boca

- Mis felicitaciones al chef.

- Me alegra que te guste – tomó mi mano derecha y con un gesto caballeroso, la besó.

. . .

Después de los ravioli, siguió un pastel de fresas que, según me presumió, era su segundo mejor platillo.

Cenamos conversando plenamente, esperaba que olvidara el tema de Lucy aunque ya sabía yo que eso sería casi imposible. Al terminar el postre, me tomó de la mano y me encaminó al sofá de terciopelo blanco. La temperatura comenzó a bajar así que él sacó de un pequeño armario una frazada y me rodeó con ella.

- ¿Mejor? – sonrió.

- Sí. Gracias – respondí.

Zayn me pidió que me quitara los zapatos para que los subiera al sofá y los cobijara también. No objeté en ningún momento, en verdad que me estaba muriendo de frío.

Él se sentó junto a mis piernas; sirvió un poco más de vino y me entregó la copa. El reloj marcaba las 10:30 de la noche.

- ¿Vives solo? – me atreví a preguntar.

- Sí – contestó

- Aunque cuando son vacaciones, usualmente, mi hermana se queda aquí conmigo.

- ¿Ahhh, si? ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se llama?

Mi curiosidad pareció resultarle divertida pues soltó una risita.

- Se llama Lilith, es mi hermana mayor. Mi cuñado, su esposo, falleció hace dos años. Por eso viene a visitarme cuando los niños salen de vacaciones.

- Lamento mucho su pérdida – le dije

- ¿Ella está bien?

- Aún no sabe bien cómo lidiar con eso pero, sí supongo que está bien.

Secretos Bajo Llave♥;)Where stories live. Discover now