Sol Benson | Soy Luna 2

(37) La verdadera heredera

Aylen va caminando por el parque tranquilamente cuando ve a Lucas pasar en patines.

—¡Hey, cabeza hueca!— exclama Aylen corriendo hacia él.

Lucas la ve de reojo y aumenta la velocidad.

—¡Lucas, ya! ¡Detente!— exclama está.

—¿Que queres?— pregunta volteándose.

—¿Como que "que queres"?— lo imita haciendo gestos—. ¿Tiene que haber un motivo para que pueda hablarte?

—Hm... conociéndote— se hace el pensativo pero luego asiente—. Si.

Luna va patinando hacia el Roller cuando los ve desde lejos discutir. Ella los había visto juntos en variadas ocasiones. Se acerca ellos.

—Idiota.

—Mira quien habla.

—¿Son novios?— pregunta de repente Luna. Se le había escapado la pregunta.

Ambos chicos intercambian miradas y luego miran a Luna, a quien no habían visto llegar.

***

—Y entonces la encuesta decía que el 57% de la razón por las que las parejas terminan por qué se aburren de la rutina. Estuve pensando y podríamos hacer cosas diferentes como ir a un parque de diversiones o...

Gaston interrumpe a Nina—. Rutina ¿Vos estás hablando en serio?

Ambos están sentados en las gradas de la pista conversando.

—Pues si...— Niña baja la mirada.

—¿Niña qué pasa?

Ella levanta la mirada algo triste—. Tengo miedo de que te aburras de mí.

—¿Aburrirme de ti?— pregunta Gaston alzando las cejas y Niña asiente—. Nina ¿Cómo podría aburrirme de ti? Sos la chica más hermosa, inteligente y graciosa que conozco. Enserio, vos sos la mejor novia que podría pedir—. Le da un beso en la mejilla.

Nina sonríe. Gaston la hace sentir más segura. Es sin duda el partido perfecto. La pareja perfecta.

—Hola tórtolos ¿Llego en mal momento?— pregunta Matteo sentándose junto a ellos.

—No, claro que no Matteo ¿Qué pasa?— pregunta Nina.

—Tú nunca haces estorbo— sonríe Gaston.

Matteo ya está acostumbrado a ser la tercera rueda, si no está con Ramiro, está con la parejita.

—Hey ¿Has hablado con Luna?— pregunta Gastón. Matteo niega con la cabeza—. ¿Y como estas con eso?

—Mal, quiero hablarle pero es que— suspira—. no sé que decirle.

—Bueno pues si no puedes hablar entonces cántale— sugiere Nina.

Gaston chasquea los dedos—. Vos dijiste que estabas trabajando en una canción antes de que terminara ¡Cántale esa!