Sueños

182 15 22
                                    


A esta altura, ya es evidente que hay en Cartago algo fuera de lo común. Primero son los dolores de cabeza, punzantes golpes en las sienes que vienen y van. ¿Habrá alguna relación con el cielo tapado de piedras flotantes? Con los dolores el cielo se carga más, y los rugidos de las piedras que chocan a altas velocidades retumban en la mente de todos los que permanecen en el refugio. 

-Imposible salir ahora -dice Benji -tendremos que esperar a que termine Papa Doc con sus experimentos. 

Las luces de la pequeña fogata proyectan sombras en los rincones. De vez en cuando estas sombras se mueven: son estos despojos de personas que se acurrucan y se esconden de los nuevos visitantes. Las alucinaciones no tardan en llegar: una chica cree ver a su madre, y escucha las canciones que le cantaban en su infancia; otros recuerdan torturas; alguno imagina que el asesino de su padre camina entre las personas del refugio; reconocen ropas y objetos de sus vidas cotidianas, a medias olvidados; un conejo se mueve entre todos, y de repente, sale disparado hacia el túnel. Desaparece de la vista.

Benji aprieta insistentemente el botón de un dispositivo que lleva en la mano izquierda. Le empiezan a sangrar los oídos. Mr Danger sigue impasible, con los ojos horrorosamente abiertos. Lleva el maletín metálico, que podrían jurar, está latiendo como un corazón.

Se apagan todas las luces del lugar, y en una negrura total escuchan nuevamente la voz de Papa Doc, que dice "Bienvenidos". Entran todos en un extraño sopor, y los sueños lúcidos que se forman en sus mentes toman vida. ¿Qué están soñando? 

  

UroborosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora