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Había sido un cobarde, huyo como si nada del menor luego de ese encuentro en la sala de ensayo. ¡Era un beso! ¡Lo había besado! Se discutía una y otra vez en su cabeza, ¿Cómo mierda pudo hacerlo? ¿De donde saco ese deseo? ¡Dios! ¿Cómo debía mirarlo si no era con odio?. Evitarlo fue la única idea que paso por su cabeza, así no tendría que verlo ni mucho menos explicar lo que había ocurrido. Tan molesto era como triste, el saber que una acción tan idiota como besar a su compañero de grupo los estaba separando a todos. El evitaba a Ri, como JiYong intentaba evitar a Seunghyun, Daesung a esa alturas les ignoraba, no quería involucrarse en temas ajenos, mucho menos cuando sabía que lo empeoraría más, además, no eran temas para siquiera pedirle a el un consejo, pues el temor de su reacción estaba en todos.

Lo peor de todo, era que su cuerpo no reaccionaba a sus palabras, a ninguna de ellas, intento evitar a Ri, alejarse de él y mantener la escena del beso lo menos posible en sus pensamientos e intentar que no apareciera tampoco en su cabeza al momento de mirar al menor, pasaban tanto tiempo juntos que era imposible. Así fue como le dio alas a Ri al mismo tiempo que se las quitaba. Cada vez que podía, lo acorralaba, lo besaba, lo tocaba y lo disfrutaba. Le encantaba sacar leves jadeos de los labios ajenos contra sus labios y esa forma en la que el menor le se aferraba a su cuerpo por más. Se sentía tan bien que no podía explicarlo, incluso mejor que estar con cualquier mujer.

Sus dudas sobre su propia sexualidad comenzaron, y así evitaba más a Ri, incluso llegaba al punto de tratarlo como se le diera la gana, terminar una vez más ignorándose hasta que se cansaba y buscaba una vez más la unión de sus labios. El menor no se resistió jamás, tampoco escucho alguna queja de su boca, no ninguna hasta el día en el que finalmente le dejo en su lugar. Tenía razón, no podía andar por la vida atacando los labios de este dando y quitando esperanzas si no sentía nada por él.

Al final de cuentas se la paso ignorando al menor todo lo que pudo, en serio se resistió bastante, pero jamás pensó que este iría a por él en su peor momento. ¡El peor! Borracho y molesto. ¿Qué molesto? ¡Enfurecido! ¿Cómo podía actuar con tanta naturalidad después de un coqueteo como ese?, el tipo estaba más que solo mirándolo, ¿Cómo no había notado como otros miraban a Ri?, se lo estaba comiendo con la mirada y para peor, había visto el momento exacto en el que este recibió su número. Mierda...Como deseaba matarlo en ese momento.

Estaba celoso, ¡Si! Estaba consciente de estar celoso, era lo peor que podía sentir, era una venganza completa planeada para él, Ri quería dejarle claro que era capaz de jugar tanto como él, ¿No? ¿Eso hacía? Porque sin duda le funciono bastante bien, estuvo volviéndose loco en aquel bar, como para no volver jamás, y tampoco dejar que el menor volviera.

—¿Estas bien?. JiYong me envió a verte...— Escuchó la voz suave, baja.

—Si lo estoy. —Pronunció lo suficientemente fuerte para dejar clara su respuesta, quería que Ri se fuera de ahí, estaba lo bastante molesto como para cometer alguna estupidez.

—¿Seguro? Eso no suena muy convincente. —

Se había mantenido en silencio sentado en la cama con sus brazos sobre sus rodillas sosteniendo su cabeza, no quería levantar su mirada en un encuentro con el contrario, estaba harto se sentir esos celos por un tipo que no le llegaba a los talones, bien, quizás no debía tener ego en ese momento, pero ¿Comparar a ese tipo con el? Los gustos de Ri no podían cambiar de él a eso.

— Hyung... Deberíamos arreglar las cosas, ¿No crees?. Yo.. No volveré a molestarte ¿Si?... Si no me quieres cerca, bien, tomare distancia, pero las fans notaran lo distante que estamos y...

BaeRiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora