three.

5.2K 533 241
                                    

Matteo.

Uno, dos, tres, cuatro... cuatro días... hasta su cita con Simón, sí, así le llamaba aunque quizá Simón lo veía como una simple salida de amigos, patético.

Pensaba que quizá debía contarle a Gastón... pero, ¿Gastón debía saberlo antes que él? Es decir... Ni Matteo sabía si le gustaba Simón, o quizá sí, no pensaba mucho en eso, no sabía si era gay, al menos bisexual, no iba a llegar a Gastón para contarle algo sobre de lo que ni siquiera podía estar seguro, no estaba bien, claro que no.

Simón.

Acostado en su cama, viendo a la nada, en realidad veía la televisión, pero no le prestaba atención, demasiado perdido en sus pensamientos como para ver cómo Luke se enteraba de que Darth Vader era su padre.

¿El sábado, con Matteo, era una cita? No, seguro que no, no lo veía así, no pensaba que fuese una cita, o tal vez sí, es confuso, ¿no sería muy rápido? Una semana de conocer al italiano y ya tener la primera cita... mierda, ¿qué rayos está pensando? Seguramente Matteo sólo quería conocerlo un poco más y él ya le tiene nombre a los niños.

Simón tomó su celular de la mesita donde amontonaba basura y cosas que jamás le van a servir pero por alguna razón las conserva y marcó a ese conocido números de México. Tres timbres y la chica por fin contestó, Simón ni siquiera saludó, sólo lo soltó.

-Creo que tengo una cita.

-¿Y? -Simón rodó los ojos.

-¿Cómo que "Y"?

-¿Qué hago? Siempre rechazas mis consejos, ¿qué tiene esta de especial? -buen punto, Simón lleva mucho de no contarle este tipo de cosas a ella, ¿qué tiene Matteo de especial? Quizá sea el que es un chico, ella no sabe que Simón es bisexual, aunque Simón siempre ha creído que sospecha algo.

-Agh... No lo sé, sólo, supongo que extraño tus pésimos consejos. -escuchó la leve risa femenina del otro lado de la línea y sonrió, la extraña, en serio lo hace.

-Bien, supongo que... ¿sé tú mismo?

-Típico. -murmuró rodando los ojos.

-¡Ves! Eres molesto.

-Así me amas. -dijo el chico burlonamente.

-No, Simón.

-Sí, Luna.

-Papá me llama, debo irme, usa mi increíble consejo, adiós. -Y sin más, colgó.

Simón se acostó boca abajo en su cama, dio un grito sobre su almohada que casi no pudo escucharse y siguió pensando en Matteo mientras en la televisión aún se reproducía Star Wars.

Matteo.

-¡Gastóóóóón! -el delgado chico gritaba desesperado mientras tocaba seguidas veces la puerta de su enamorado amigo. -¡Gas, Gas, Gas, Gaaaaaas! -pegó su oído a la puerta, tratando de escuchar algo, escuchó unas fuertes pisadas bajando por las escaleras, se alejó rápidamente, vio la puerta abrirse y detrás de esta un hombre de unos cuarenta años, el padre de su amigo quien lo veía obviamente molesto, el menor sonrió apenado, no sabía que sus padres estaban.

-¿No te enseñaron a tocar, Matteo? -dijo el hombre con su fuerte voz.

-Es una emergencia, señor. -el hombre alzó las cejas y lo vio con seriedad.

-¿Qué tipo de emergencia?

-Mi primera cita, señor. -el mayor soltó un suspiro, llevó su mano hasta sus cejas y acarició estas molesto.

-Está en su cuarto, y por favor, tocá la puerta tranquilo.

-Sí, señor. -Matteo corrió adentro, subió las escaleras lo más rápido que pudo y al estar frente a la puerta de su amigo comenzó a tocar fuertemente y con rapidez. -¡Gastóóón!

-Qué mierda. -se escuchó desde adentro, segundos después el chico abrió la puerta dispuesto a gritarle al chico, pero casi sin que se diera cuenta, el menor ya estaba adentro saltando en su cama, le ha dicho mil veces que no haga eso... le ha dicho mil veces que no haga cosas que hace casi cada día.

-¡Tendré una cita con alguien, pero creo que este alguien lo ve más como una salida de amigos! -gritó entre jadeos ya que seguía saltando, Gastón, entre maldiciones se acercó al chico y lo obligó a bajar de su cama.

-No. Saltés. En. Mi. Cama. -Matteo hizo una mueca y volvió a subirse al colchón, pero esta vez para simplemente sentarse, Gastón hizo lo mismo. -¿Quién es este alguien?

-Es del Jam&Roller.

-¿Algo más?

-Me casaré con este alguien.

-Es muy pronto para eso, además, le decís "este alguien" ¿por qué no le decís "esta chica"? -Matteo no supo qué responder, Gastón lo había atrapado... como siempre, es demasiado inteligente.

-Porque no quiero... -Murmuró bajando la mirada.

-¿Es un chico? -Gastón podía ser muy directo, odiaba los rodeos.

-No lo sé.

-Es un chico. -afirmó. -¿Te gusta este chico?

-Yo... creo, no lo sé.

-¿Sí o no?

-Llevamos una semana de conocernos y... -fue interrumpido.

-¿Sí o no?

-Sí... Me gusta.

ice cream ; sitteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora