Capítulo 4

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Peter estaba entrando en pánico por lo que al subir a su auto tuvo que manejar hasta un lugar lejos del pueblo para poder planificar su plan sin que sus celos intervinieran, por lo menos de manera total. Fue entonces que se encontró con un pequeño bar en la carretera, de madera y con un gran letrero arriba de la choza. Varias motocicletas estaban estacionadas afuera del lugar y Peter vio a unos cuantos hombres de chaquetas negras cerca de ahí. Parecía un buen lugar para pensar y darse un pequeño descanso de todo el trayecto que manejo.

Estaciono su auto cerca de las motos y saludo a los dos hombres con un gesto. No quería ganarse una pelea, no era el momento. Una vez dentro del lugar, los olores le parecieron nauseabundos, una extraña combinación de cerveza, sudor, sangre, semen, cuero sin curtir, pólvora y demás se esparcía en sus fosas nasales. Era el típico olor de un lugar como aquellos, pero Peter nunca estuvo acostumbrado a ello.

Se sentó cerca de la barra y pidió un whisky en las rocas y luego dejo el celular de su sobrino a un lado. El cantinero le dio su vaso antes de marcharse y entonces Peter se relajó un poco más.

No podía creer nada de lo que había leído en el aquel mensaje ¿Stiles, el niño hiperactivo, humano y débil era el compañero de Derek? Peter debía de haber entendido mal porque siempre había creído que Stiles era su compañero. ¿Qué ocurría en ese pueblo que había dado a luz a un chico con dos compañeros de vida? No, se contestó, todo eso debía ser una terrible confusión.

Tomo un trago de su bebida, luego tomo el celular en sus manos y tragando con dificultad su saliva, releyó el mensaje, una, dos veces, quizás tres hasta que después comprendió que no se había confundido. Las cosas que su sobrino había dicho y la forma en la que Stiles le dio pie al inicio de algo hacían que todo tuviera sentido y relación. Dio un largo suspiro para después contemplar su vaso ahora semivacío.

«Vamos Peter, no puedes lamentarte por algo como eso. Piensa Peter, piensa» se repetía una y otra vez, debía idear un plan lo suficientemente bueno como para hacer que esos dos se dejaran de lado y repente una idea "brillante" se le vino a la mente. Tomó el vaso de whisky y bebió lo restante con prisa. Y después comenzó a textear con una sonrisa en el teléfono ajeno sintiendo el triunfo de su decisión.

"Yo también he pensado las cosas Stiles, y creo que no eres el indicado. Lamento si te moleste, pero quiero intentarlo de nuevo con Breaden. Si quieres podemos intentar ser amigos, aunque lamento decirte que no me caes bien. Chao."

Puso el símbolo de "enviar" sin pensar en las consecuencias y con una sonrisa en la cara pago la bebida antes de salir del lugar. Con energía renovada.

¿Tendría que comprar nuevos teléfonos para que nunca se enterasen? Estaba exagerando.

(...)

Stiles estaba tratando de hacer su tarea de aquel día. La verdad tratando ni siquiera debería ser la expresión apropiada para lo que estaba haciendo. Desde hacía media hora el dolor de cabeza no le dejaba pensar, sin contar que ahora se rascaba su herida con mucho más descaro perdía la noción del tiempo de vez en cuando y sentía hambre a pesar de ya haber cenado y calor, mucho calor. Tenía la ligera sensación de que pronto caería enfermo de algo, como de gripa o algo parecido.

Tomo de nuevo su lápiz con la intención de continuar sus deberes imaginando que si se terminase pronto prefería no tener pendientes de los que preocuparse y fue cuando el mensaje de Derek le llegó.

Le hubiera gustado decir que no le había importado o que había decidido terminar lo que estaba haciendo porque de verdad estaba preocupado por el semestre antes de contestarle al sourwolf, pero no había sido así. Tomo tan rápido su teléfono para leer el mensaje ajeno que incluso no podía creer que había estado nervioso cuando desbloqueo el aparato.

No me rechaces *Borrador* [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora