Capítulo 2

2.1K 125 0
                                    

  Anahí se encontraba viendo que ropa usaría, nunca acostumbraba a modelar ante el espejo sus diferentes tenidas, pero esa vez suponía por el tono en que Derrick le había hablado que tenía que ser algo especial de acuerdo a la ocasión.

- Manola: ¿Todavía no te cambias?
- Anahí: No sé qué ponerme.
- Manola: Me extraña de ti.
- Anahí: Tiene que ser algo especial,
- Manola: Tienes muchas cosas bonitas,
Se acercó a la cama en donde había algunas prendas y escogió un vestido sencillo, pero bonito de color marfil estirándolo a lo largo del cuerpo de la chica.
- Manola: Este te queda perfecto,
Anahí volteó, se miró al espejo y sonrió.
- Anahí: Tienes razón, este es el indicado.
- Manola: Te dejo para que te cambies,
Salió cerrando la puerta, dejando a Anahí en el cuarto. Después de cambiarse se soltó el cabello dejando caer sobre sus hombros sus rizos dorados perfectamente definidos. Al rato volvió Manola golpeando la puerta.

- Anahí: Adelante.
- Manola: ¿Todavía mirándote al espejo mi niña?
- Anahí: Quiero verme bien.
- Manola: Créeme que lo conseguiste,
- Anahí: Gracias,
Le sonrió.
- Anahí: Tú siempre me halagas,
- Manola: Ya llegó Derrick,
Anahí comenzó a ordenar la ropa que estaba sobre la cama,
- Manola: ¿Qué haces? Deja eso ahí,
Tomó la cartera de la muchacha y la puso en sus manos,
- Manola: Yo lo ordeno, vete, no hagas esperar a tu novio.
- Anahí: Gracias,
- Manola: Por favor, si no llegas a dormir avísame, ya sabes que me preocupo.
- Anahí: Está bien,

Después de despedirse con un beso en la mejilla de Manola bajó, en la sala estaba Derrick esperándola.

- Anahí: Siempre tan puntual.
- Derrick: A ti no te puedo hacer esperar.
Le sonrió,
- Derrick: ¿Vamos?
- Anahí: ¿A dónde me vas a llevas?
- Derrick: Eso es sorpresa.
- Anahí: Entonces vamos, no hay tiempo que perder,
Comenzó a caminar.
- Anahí: Ya sabes que me encantan las sorpresas.
- Derrick: Lo sé, espero que esta también te guste.
- Anahí: Ya verás que sí.

  Ambos salieron de la casa. Al llegar a un restaurante esta vez más sofisticado, los dos entraron tomados de la mano.

- Mesero: ¡Bienvenido señor Derrick! Pasen por aquí por favor.
El mesero los condujo a la mesa que con anterioridad Derrick había reservado, una vez ahí, ambos se sentaron, uno al frente del otro.

- Anahí: ¿Por qué me trajiste aquí?
- Derrick: ¿No te gusta?
- Anahí: Claro que sí, aquí nos conocimos, pero hace mucho no veníamos.
- Derrick: Te dije que tenía que ser un lugar especial.
- Anahí: Sí, pero todavía no entiendo.
- Derrick: Tranquila ¿Qué vas a pedir?
- Anahí: Déjame ver.

Ambos estaban en completo silencio mientras veían la carta, Derrick la miraba de reojo mientras Anahí leía el menú. Después de pedir la orden al mesero, cenaron con tranquilidad, al terminar Derrick tomó de la mano a Anahí.

- Anahí: ¿Me vas a decir por qué tanto misterio?
- Derrick: Primero y lo más importante quiero que sepas que el tiempo que he estado junto a ti ha sido el mejor de mi vida,
Anahí le sonrió,
- Derrick: Que jamás haría algo para lastimarte,
- Anahí: Lo sé, pero sigo sin entender.
Derrick tomó una rosa roja que había sobre la mesa y se la entregó, Anahí la recibió, al bajar la vista notó algo que brillaba y miró a Derrick nuevamente.
- Anahí: ¿Y esto?
- Derrick: Anahí...
Sacó el anillo que había puesto entre los pétalos de la rosa.

- Derrick: ¿Te quieres casar conmigo?

  Anahí se tapó la boca con una mano, completamente sorprendida, mientras que con la otra afirmaba la rosa, estaba helada, no se esperaba eso y la idea le emocionaba, claro que esa emoción no sería .

- Derrick: ¿Qué dices?
- Anahí: Sí.
Le sonrió y él le devolvió la sonrisa mientras deslizaba el anillo por su dedo, posteriormente se acercó a ella para besarla.
- Derrick: Te amo.
- Anahí: Yo también.

La respuesta ante un "te amo" de Derrick siempre era un "yo también", esa pequeña frase significaba demasiado para ella y a sus 26 años nunca le había nacido decirle "te amo" a ninguno de sus novios, la razón, aún no la sabía, lo único que sabía era que junto a Derrick tenía la estabilidad que necesitaba su vida y que junto a él había sentido lo más parecido al amor, hasta el momento, ya que no tardaría en llegar a su vida la persona que le haría pronunciar esa dos palabras con el corazón en la mano.

Al llegar a la casa de Maite y Guido ya todos sus amigos se encontraban ahí. Al entrar al patio al primero que vio fue a Christian.

- Christian: Hasta que llegas.
- Anahí: Christian ¿Cómo estás?
- Christian: No tan bien como tú,
Anahí se acercó y le dio un beso en la mejilla,
- Christian: Se te ve feliz.
- Anahí: Debe ser porque así estoy ¿Y dónde está Maite?
- Christian: Adentro con Guido ¿Y tu Romeo?
- Anahí: Estacionando el auto,
- Christian: Yo lo espero, tú entra a saludar a tu amiga antes que te cobre sentimientos por la hora que vienes llegando.

Anahí terminó de entrar y en la cocina encontró a Maite.

- Maite: Anny,
La abrazó,
- Maite: Pensé que no venías.
- Anahí: ¿Cómo estás? Te extrañé mucho.
- Maite: Yo también a ti.
- Anahí: ¿Cómo te fue?
- Maite: Muy bien, no sabes qué bonito es Roma.
- Anahí: ¿Y cómo te sienta la vida de casada?
- Maite: ¡De maravilla!
- Anahí: ¿Y todavía estás con miedo?
- Maite: Un poco, ya está disminuyendo.
- Anahí: ¿Cómo se ha portado Guido?
- Maite: ¡Excelente! ¿Pero por qué tanta pregunta junta?
- Anahí: Porque tal vez seré la próxima.
Con una sonrisa en la cara le enseñó la mano con el anillo.
- Maite: Hasta que se decidieron ¿Cómo fue que le diste el sí?
- Anahí: Dicen que después de los 30 se pasa al rango de solterona, tampoco quiero parecer abuela de mis hijos.
- Maite: Anny ¿Cómo dices eso? Se supone que tienes que estar enamorada ¿No me digas que te casas por no quedarte solterona? Porque te pego, recién tienes 26.
- Anahí: Estás loca, claro que quiero casarme, nunca me ha asustado quedarme soltera.
- Maite: Eso espero, sería una pena que te arrepintieras cuando ya no haya marcha atrás.
- Anahí: Todavía falta,

- Maite: Pero el tiempo vuela.  

Guido entró a la cocina para dejar una bandeja vacía sobre el mueble cocina.


- Guido: Anny, por fin llegas.
La saludó con un beso en la mejilla.
- Guido: Maite ya estaba desesperada por verte, todo el tiempo me hablaba de su amiga.
- Anahí: No te quejes, tú me la robaste.
- Guido: Ahora soy ladrón de amigas.
- Maite: Amor ¿Qué crees? Anny se nos casa.
- Guido: Felicidades.
La abrazó,
- Anahí: Gracias.
- Guido: Ya era hora, recuerda que las mujeres después de los 30 son solteronas.

Maite le pegó un puntapié, no había sido un muy buen comentario, después de todo hasta la propia Anahí le encontraba razón y tal vez inconscientemente ese era el motivo por el cual le había dado el "Sí" a Derrick, aunque aún le faltaban cuatro años para los 30, tal como lo dijo Maite, el tiempo vuela y si bien no le asustaba la soltería, si la soledad, quería tener hijos y verlos crecer.

- Guido: Faltan refrescos.
- Maite: Toma,
Le pasó una bandeja con copas.
- Maite: ¿Me ayudas Anny?
- Anahí: Claro,

Cada una tomó una bandeja con canapés y fueron a la sala en donde estaban sus demás amigos. La velada se hizo agradable. Anahí llegó a la hacienda de madrugada, a pesar de haber sido un día agitado y estar cansada no pudo conciliar el sueño, sino hasta el alba. Manola la despertó al mediodía con el desayuno en su cuarto.

- Manola: ¡Buenos días dormilona!
Dejó la bandeja en el buró, abrió las cortinas para que el sol que ya brillaba entrara por los cristales y Anahí poco a poco fue despertando.
- Anahí: ¿Qué hora es?
- Manola: Casi mediodía.
Anahí se sentó y Manola le puso la bandeja en las piernas.
- Anahí: Gracias.
- Manola: De nada. Yo ahora voy a salir con Gladis, me invitó al bautizo de su nieto, no sé a qué hora vuelva.
- Anahí: Te cuidas.

Después de desayunar se volvió a acostar, el almuerzo se lo saltó, cuando volvió a abrir los ojos eran tres horas más tarde, aunque no tenía ganas de levantarse, recordó la visita que le haría Ricardo para presentarle al nuevo veterinario. Después de bañarse, se puso una blusa a cuadrillé rojo sin manga con un nudillo en la cintura dejando a vista y presencia su perfecto abdomen, un jeans cortos, sus botas sin tacón, se recogió el cabello y salió hacia el jardín en donde de seguro ya estaba Ricardo esperándola.

- Ricardo: No sé cuando regrese, es por eso que no te doy una fecha.
- Alfonso: No te preocupes, no tengo apuro en regresar a México.
- Ricardo: Si confié en ti es porque sé que vas a hacer un buen trabajo ¡No me vayas a fallar!
- Alfonso: No te preocupes, tú sabes que me gusta mucho lo que hago.
- Ricardo: Lo sé, es por eso que pensé en ti.

Mientras Alfonso y Ricardo conversaban, Anahí se acercó y Alfonso quien estaba dándole la espalda volteó para poder mirarla.

- Anahí: Mucho gusto,
Miró a Alfonso y le extendió la mano.
- Anahí: Anahí Puente.


La MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora