Late for Love | niall horan

Capítulo 37

"Problemas"

"La vida es sufrimiento, entonces si fuera como los libros, no sería vida."

(Kate, @Apple_ft_Cinnamon)

Hay una serie de problemas que he mantenido conmigo a lo largo de mi vida. Situaciones que no llego a ver como problema hasta el momento en que no encuentro una manera de salir de ello. En pocas palabras, estoy estancada, siempre lo estoy, por alguna u otra razón.

Nunca conoces a alguien por completo, y probablemente yo soy parte de esas personas que son tan cerradas y volubles, puedes encontrarte cerca de lo que en realidad soy y al mismo tiempo tan lejos, porque se presentará una determinada situación que me hará cambiar todo lo que en el momento habías conocido, dejándote en el punto de partida, a una distancia inimaginable de la meta.

Sinceramente, me odio por eso.

Me gustaría decir que lo que hago es por mi voluntad y no por desear encajar. Me encantaría poder llegar y ser como soy sin ser juzgada, dejar atrás las mentiras, los recuerdos falsos, las historias que no hicieron más que causarme tantos problemas. Quisiera más que nada despegar a la versión de mí que arruina todo, a la que le gusta mentir y causar líos, la que disfrutó de generar una fachada para evitar las preguntas del accidente, de mi familia, de Adam.

Miro a la pantalla del televisor apagado y me abrazo. Han pasado una noticia sobre Niall en uno de los programas de televisión que habla siempre de la farándula y eso es algo que nunca miro, ahora que se me ha ocurrido colocarlo para distraerme, terminó siendo una pésima idea.

Y, retomando el asunto de mis problemas... toda la noticia no me hizo más que sentirme miserable. Tan tonta por pensar que un intento de mi parte por recuperar a Niall va a ser suficiente. Tan ingenua al creer que el amor es un sentimiento con el que puedo convivir en paz. Eso no pasa en mi vida, el amor no está ahí, en paz, haciéndome sentir todo aquello que se supone debería sentir según las películas.

Tengo a un lado una pequeña maleta, mi pasaporte y un boleto de avión para ir a Los Ángeles que sale en cuatro horas y yo debería estar viajando en este preciso instante al aeropuerto ya que no es rápido llegar hasta Heathrow pero no puedo moverme, porque uno de mis grandes problemas está atacándome fuerte esta ocasión: mi negatividad.

Me está bombardeando con un montón de pensamientos inútiles y una ansiedad terrible que quisiera arrancar de una vez por todas.

—No puedo hacerlo, Sarah. —digo a través del micrófono del teléfono celular, esperando que la pelirroja me haya escuchado. Son las cuatro de la tarde y ella probablemente sigue en la floristería, arreglando el caos que puede existir sin mí ahí.

Escucho un suspiro y el sonido del cristal chocando. Ella debe estar encargándose de los jarrones ahora mismo. Sarah odia esa tarea.

—No voy a ser la doctora corazón en tu vida, Sydney. Te conseguí información sobre Niall que te es suficiente para encontrarlo en Los Ángeles e incluso reservé para ti el vuelo y una habitación en un hotel allá. Estoy poniéndote todo mi esfuerzo para que des por lo menos un poco del tuyo. —menciona, hay algo de ruido a través de la línea y pronto su voz es más clara. —No soy la persona correcta para hablar de relaciones, ¿acaso no puedes notarlo? El padre de mi hija me dejó al poco tiempo en que di a luz y después de eso no he logrado salir con nadie de manera seria.