Capítulo 25

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"Celos"




"Un día, así tengas 14, 28 o 65, tropezarás con alguien que comenzará un fuego en ti en el que no podrás morir. Sin embargo, lo más triste, la más horrible verdad que encontrarás alguna vez – es que no es siempre con quienes pasaremos nuestra vida."

(Belau Taplin, Haunting Season)




Un ligero y cálido viento golpea mi rostro suavemente en los campos abiertos, trayendo consigo el aroma característico del pasto recién podado a mis fosas nasales. Cierro los ojos un instante mientras Harry realiza su tiro, guardo silencio y espero a escuchar el impacto del palo de golf contra la pelota para abrirlos. Siento como que habían pasado cientos de años desde la última vez que estuve jugando aquí. Quizá desde que conozco a Sydney no he pisado un campo de golf. No lo sé.

Pero es que a diario desde el día en que la conocí no hay otra cosa que ocupe mi mente.

Y gradualmente está volviéndome loco.

—Tu vida se ha vuelto tan extraña, Niall. —Harry menciona, caminando hacia el lugar en que me encuentro. Ahora tenemos que tomar nuestras cosas y movernos en el carrito para acercarnos al hoyo y golpear la pelota una vez más.

—No me digas. —me río entre dientes. Y miro a mi amigo con los ojos entrecerrados debido a que el sol está pegando de lleno en mi rostro. —Estaré loco en un tiempo...

—Um, es interesante escucharlo venir de ti, sabiendo que eras el más neutral en cuanto a los efectos de las chicas en ti. —menciona y sube al carrito, como siempre, va a conducir. No reniego y me subo al lado del copiloto.

—Sydney es diferente. —defiendo de inmediato y obtengo una risa como respuesta.

—Oh, esa no es la primera vez que escucho que me dices eso. Y como siempre, voy a decirte que le debes dar tiempo, Niall. No apresures las cosas, ella tuvo una relación complicada, inconscientemente teme encontrar lo mismo contigo. —Harry enciende el carrito y andamos por el campo de golf hasta llegar al hoyo que estamos jugando.

—Pero es que Sydney está muy equivocada si piensa que-

—Exacto, pero ella confío igual antes en Adam y mira todo lo que él le hizo, ahora no depende de ella, sino de su subconsciente. —me interrumpe, se baja del carrito y golpea la pelota, cayendo al agujero a la primera. —He ganado yo, vaya sorpresa. Me debes una cerveza extra, además de la que prometiste cuando me llamaste, tengo unos cuantos días de descanso y he venido a jugar golf contigo en lugar de ir con mi familia.

Harry comienza a hablar acerca de sus planes antes de recibir mi llamada. De verdad no era mi intención hacerle mover sus planes, pero no quería llamar a Laura y poner más carga sobre sus hombros que intentará resolver amablemente aunque no sea lo que yo quiero. No sé nada sobre Willie y quizá está pasándola bien en Australia sin mi compañía, y eso es lo que espero. Tampoco me atrevería a llamar a alguno de mis otros amigos, porque sé que no me comprenderían. Y quizá tampoco lo hace Harry, pero al menos, me escucha sin juzgar y no interrumpe para darme opciones a soluciones que no funcionarán.

— ¿Crees que debería darle un... tiempo? —aclaro mi garganta después de preguntar. Prosigo haciendo que mis pensamientos se den a conocer a Harry: —Así como... no salir con ella por unas semanas para que ella aclare todos sus asuntos.

Late for Love | niall horanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora