Amor de color.

II

Transcurrido un largo tiempo, Raven Belarbi había conseguido lo que nadie pudo lograr en el tiempo que sus padres habían querido hacer reflexionar a Adam, él había aprendido a trabajar, a ganarse las cosas por si solo e incluso había encontrado el amor en una persona que él creía odiar, y no a Raven en específico, si no a las personas de color. Era obvio que la señorita había deslumbrado a Adam desde el primer momento que la vio, él no estaba seguro si era su forma de ser, o el modo en que hacia las cosas sin obtener nada a cambio, solo porque le apasionaba, pero definitivamente lo había atrapado. Estaba claro que él no lo aceptó al principio, anteriormente su teoría era que las personas de piel oscura estaban para servirles a los blancos, por otra parte, en el tiempo que estuvo trabajando y aprendiendo de la verdadera vida, se dio cuenta que todo lo que él pensaba al respecto, era patético.

Descubrió que los africanos son más que una muchedumbre, que son gente trabajadora y de buen corazón que lucha por salir adelante. Así mismo, él se arrepintió de haber malgastado el dinero de sus padres en cosas tan inútiles y estúpidas.

Actualmente es embajador de la famosa fundación ''Unicef''. Ya que antes de volver a América, prometió que iba a dejar toda esa tontería que el solía considerar importante y ayudar a cambiar el mundo, a las personas, y no solo en África, sino también en todos los países que necesiten ayuda.

Por otro lado, es claro que todo esto se lo debe a Raven Belarbi, esa chica que le quito la venda de los ojos y le hizo poner los pies sobre la tierra, quien le enseño que la vida no siempre es color rosa, Y por si fuera poco, la chica que le enseño lo hermoso que es África, contando sus hermosos paisajes y animales, haciendo de ese, el viaje más exótico e inolvidable que jamás había tenido en su corta vida.

Adam, al terminar su trabajo provisional, decidió llevarse consigo a Raven y mantuvieron dos años de relación. Hace aproximadamente ocho meses antes de este día, Adam dio el gran paso y se atrevió a pedirle matrimonio a Raven. Ella, con lágrimas en los ojos, acepto, convirtiéndose así en la señora Gallagher, marcándole el comienzo de una nueva vida para ellos.

Un viejo proverbio chino dice: ''Un hilo rojo invisible conecta a aquellos destinados a encontrarse a pesar del tiempo, del lugar y de las circunstancias. El hilo se puede tensar o enredarse... Pero nunca se romperá'' Y ellos definitivamente son el mejor ejemplo de ello.

Fin.

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