Alma Abierta

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17 mayo, 2016

De camino al cementerio con un ramo de rosas,
Era el cumpleaños de mi madre y cada año llegaba, ponía las flores y me iba.

Sin embargo este fue diferente,
porque siempre que aparecías, cambiabas todo y yo estaba acostumbrado Ángel,
a seguir mi rutina siempre.

Estabas acostada en una tumba,
Mentiría si no pensé en hacerme el que no te conocía cuando me viste y levantaste tu mano saludandome.

Ángel lo siento,
pero que extraña eres,
"¿Que haces allí?"

Sonreíste acariciando la cubierta de tu libro "A él le gustaba que le leyeran"

Caminé hacia ti y me senté en el césped, sin saber que me esperaba una hora completa de relatos sobre tu hermano.

Nunca Ángel,
había escuchado a alguien describir tan bien el amor que sentía,
como tu lo hiciste aquel 17 de mayo.

Me hiciste pensar,
en lo afortunado que debe ser,
sentirse tan amado.

Aquel martes a las 6:45pm con clima nublado y brisa fresca,
tu Ángel,
me hiciste desear ser amado.