Capítulo 8

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El segundo día del torneo local de Alea comenzó y con él la fulgurante pasarela real; sin duda los reyes de Alea y Cali de habían esforzado demasiado a la hora de concebir a tan hermosas joyas: Latiifa usaba por primera vez en el torneo un vestido blanco, algo totalmente común en las fiestas de aquel lugar, las gemelas Nahla y Naya usaban vestidos amarillos y realmente era muy difícil distinguirlas, finalmente estaba Kariima que usaba por segunda vez consecutiva un vestido verde esmeralda. Aquello para muchos había pasado desapercibido, sin embargo para Siraj no y eso lo llenaba de alegría.

Las hermosas señoritas iban escoltadas por los jóvenes hijos de Ezra quienes un tanto alejados de ellas conversaban – Jamás me imagine que el príncipe Siraj tuviera alguna clase de interés por la princesa Kariima – indico Sakir

– Ni yo – soltó Latif en un suspiro

– Yo no pienso darme por vencido, es más esto solo va a acelerar mis planes de conquista – ambos lo miraron intrigados – declarare mi amor en cuanto tenga una oportunidad de estar a solas con ella

– Yo – prosiguió Sakir – si renunciare a ella, conozco bien al príncipe Siraj y si en verdad está interesado en ella no va a permitir que se la arrebaten, luchara con todo lo que tenga y hasta las últimas consecuencias, es alguien a quien no deseo tener de enemigo

– he de admitir que lo que siento por ella es platónico – afirmo Latif – ella no pondría sus ojos en alguien como yo y en el remoto caso de que eso sucediera ¿Quién soy yo? ¿Qué tengo para ofrecerle? No, no podría condenarla a mí, ella es demasiado buena y cuando ponga sus ojos en el príncipe Siraj...

– Puede que no lo haga Latif – insistía Nabil

– lo hará y cuando eso ocurra ya no habrá nadie que pueda entrar en su corazón

Nabil se encogió de hombros él no iba a darse por vencido tan rápido, no señor ¿Cómo era posible que sus hermanos ni siquiera mostraran un poco de molestia ante la situación? Siraj se había aprovechado de su título para encandilar a Kariima – ella seguramente solo lo había aceptado por compromiso eso debía ser, pensaba.

Al llegar a los límites de la ciudad, los reyes bajaron de sus caballos y auxiliaron a sus esposas, Istar y Kail entraron a una de las tantas cuevas que existían en aquel lugar y encendieron fuego dentro de ella, salieron nuevamente y Kail ordeno la acampada, para cuando finalizaron estaban próximos al medio día así que los competidores estaban terminando de ajustar las cosas que se llevarían al desierto.

Nabil y compañía preparaban el lugar donde las princesas estarían y mientras el joven en cuestión se preguntaba nuevamente la razón por la que Kariima se fijaría en Siraj, ella... la dueña de sus pensamientos se apareció en persona, que con un poco de inseguridad y timidez se acercó a él – ¿Pasa algo excelencia?

– No, q-quisiera pedirte un favor

– lo que sea – contesto confuso ¿Por qué estaba tan nerviosa?

– ¿P-Podrías entregarle esto a Siraj? – Nabil la miro confuso, ella le estaba entregando una pulsera de plata

– Esta pulsera – ella afirmo con la cabeza – a Siraj – trato de refirmar, aunque aquello era más para sí mismo que para ella

– cuando se la entregues dile: en la cueva de Lucio – Nabil la miro totalmente desconcertado, ciertamente no entendía nada de lo que ella le decía – él entenderá – afirmo, Nabil sin entender muy bien que era lo que ocurría se encamino hacia donde los participantes ¿Qué quería decirle Kariima a Siraj con ese regalo? ¿Era un regalo? Y si era un regalo ¿No le convenía no entregárselo? Nabil corto a sus celos de tajo, seguramente ella preguntaría por esa pulsera y estaba seguro de que aunque él dijera que la había perdido y que había sido una confusión seria mal visto y él no quería quedar mal con ella. Al llegar donde Siraj completamente celoso de que lo estuvieran usando y de muy mala gana le dijo – Te envían esto – deposito la pulsera de Kariima en sus manos y él sonrió

LA ESCLAVA Y EL REY: AtadurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora