~Capítulo 14~

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—¿A quién buscas?— una voz masculina me sacó de mis pensamientos.

—He... yo— dije cuando volteé —A Chris...— le contesté mientras que seguía buscándola entre la gente.

— Ast déjame decirte que te van a matar...— me dijo riendo.

—Cállate Chris... y ayúdame a buscar a Caitlin...— le dije ignorando su comentario.

—Solo digo...pero bueno la buscaré afuera— me dijo para después darme la espalda y caminar con dirección a la puerta. 

Caminé hacia el comedor y la encontré, platicaba con un grupo de chicas y chicos— ¡Caitlin!— le llame algo apartada, volteo y me sonrió para después caminar hacia mi—No creí que tantas personas vinieran...— le dije con una mezcla de emoción y terror.

—Si quieres podemos correrlos...— me dijo acelerada.

—No, no, no — le dije sonriente —Ésto esta más que perfecto — sonreí perversamente.

—Bien...— sonrió.

—...¿Sabes?... ya llegó Chris...— le dije mirándola pícaramente.

—Ah si... no me importa...— dijo fingiendo que nada pasaba.

— ¡Hey!, ¡ya la encontré!— era la voz de Chris.

—Si... y yo también...— le dije riendo.

—Hola...— saludo a Chris, esta le sonrió tímidamente.

—Bueno... iré por algo de tomar...— les dije excusándome para dejarlos solos.

— ¡No te quiero ebria Astrid!— me dijo Chris bromeando ya que sabía que yo no tomaba.

—Chris...— alargue riéndome.

—Sí... ya lo sé. — me dijo riendo —Pero que ni te pase por la mente hacerlo... — soltó unas cuantas carcajadas.

La fiesta estaba increíble, todos parecían divertirse, ya que el piso de la sala se convirtió en una pista de baile. Miré el reloj de mi celular eran las doce de la noche, y yo ya estaba rendida de tanto bailar. Caminé hacia el bar de la sala y me senté en una de las sillas de la barra.

— ¿Y tu quién eres?— le pregunté al chico que estaba detrás del bar agitando un vaso metálico.

—Soy el barman...— me dijo sonriente.

—Si, ya me di cuenta...— reí — ... ¿pero quién te trajo o cómo?— le pregunté sin entender.

—Me invitaron a la fiesta...— rió —... así que espero que no te moleste que esté aquí.— me dijo mirándome.

—Sí... no hay problema.— le dije sonriente —A menos que quieras que te pague... eso si sería un problema...— se unió a mis risas.

—No te preocupes, sólo lo hago porque me gusta...—Volteé a mi derecha para tomar mi vaso, que contenía nada más y nada menos que jugo de manzana. Pero la barra estaba llena de ellos, así que agarré el que creí que era el mío.

—Ese no es...— escuché que me dijo el chico, pero fue demasiado tarde, el liquido ya había pasado por mi garganta.

—Me lo dices algo tarde...— le dije — ¿Oye... pero que es esto?— le pregunté, soltó una pequeña risa.

—A ver dámelo...— me dijo tendiendo su mano esperando el vaso, así que se lo entregué —... es una piña colada...— me dijo después de oler el vaso.

— ¿Y tiene alcohol?— le pregunté.

— ¿Tú no bebes cierto?— me pregunto riendo.

—Noup...— le contesté risueña.

—Sí... si contiene alcohol— me dijo entre risas.

— A ver... ¿me das una?— le dije haciendo un puchero.

—Esta bien...— me dijo para después de unos segundos entregarme un vaso con la deliciosa bebida.

—Ahora quiero otro diferente...— le dije —...pero que igual sepa bien—le entregué el recipiente para que me sirviera más.

— ¿Segura?— me dijo dudoso.

—Si... por favor...— le dije mirándolo tiernamente.

—Último eh...— me dijo riendo.

— ¡Dale!— le dije sonriente. La verdad no tenía ni la menor idea de cuantos llevaba, ni siquiera estaba segura de lo que estaba haciendo. Me lo entregó y yo feliz lo recibí.

—Ya vengo...— me dijo mientras sacaba su celular de uno de los bolsillos de su pantalón — ¿Sí?— respondió a éste. Tenía entre mis manos el pequeño vaso, le di un trago y éste se vació. 

Automáticamente en mi rostro se formó un puchero,curvando mi labio inferior hacia afuera. Volteé hacia ambos lados, todos bailaban otros estaban tirados en los sillones besándose, lograba ver la misma situación en la escalera. -Sí ya me gané el castigo... que valga la pena- pensé mientras me ponía de pie, pero todo comenzó a moverse, tomé mi cabeza entre mis manos para estabilizarme. Reí tontamente cuando logré controlarme, fui atrás del bar y tomé dos botellas, aunque desconocía el contenido, eran demasiadas las que había así que las elegí por los lindos colores, una era rosa claro y la otra amarilla igualmente claro..

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—Ya me tengo que ir...— les dije a mis hermanos. Había pasado toda la tarde con Alice y de su casa me fui a la mía, quería platicar y además quería tomar algo de ropa. Era la una de la madrugada, tenía que regresar a casa con Ast. Que tendría que levantarse en unas horas para ir a detención. Reí por lo bajo. – ¡Esa mujer me va a volver loco!- pensé mientras tomaba mi chaqueta para irme de la casa. 

Me despedí y salí para subir a mi auto. Traía un par de playeras y jeans, los puse en el lado del copiloto y partí hacia la casa. Di vuelta para entrar a la calle pero estaba llena de autos, había coches sobre la acera y en los costados de la calle. Logré ver la casa desde lejos, todas las luces estaban encendidas, - ¿Que hace despierta a la una de la madrugada?- pensé cuando vi la casa, conforme me acercaba, se escuchaba música — ¡Que no sea lo que estoy pensando!— rogué hablando solo -Que no sea... que no sea... que no sea...-  esa idea seguía vagando en mi mente conforme me acercaba, era perturbante hacerlo con tal lentitud, pero no podía conducir más rápido debido a la gran cantidad de autos estacionados. Después de una eternidad llegué y estacione el carro. Mi mente ya estaba consciente de lo que sucedía dentro del lugar, pero yo mismo quería hacerme el que no quería ver. Camine hacia la puerta y ya la intensidad de la música me avisaba que había una fiesta dentro. Suspiré profundamente y entré.

 – ¡Date por muerta Astrid!- grite en mi interior, al ver la casa llena... o más bien ¡inundada de gente! Había por todas partes, las escaleras estaban abarrotadas por chicos y chicas, haciendo cosas que de preferencia deberían hacer en privado, o simplemente no hacerlo, entre empujones llegué a la sala, la cual igualmente estaba a reventar. - ¡Es que no puede ser cierto!- aun no lograba creer lo que mis ojos estaban viendo, seguí caminando y llegue al comedor, donde me encontré con una escena sorprendente. Ast estaba sobre la mesa del comedor bailando provocativamente junto con otra chica, estaba rodeada de tipos y una que otra mujer...  

El Niñero [Hiccstrid]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora